El escritor y periodista jerezano Juan Bonilla acaba de ser reconocido con el Premio Ciudad de Jerez a la Cultura 2021 en honor a una trayectoria literaria muy personal y en la que ha abordado todos los géneros. Su último trabajo ha sido la reescritura de 'Nadie conoce a nadie', un experimento literario con el que se ha enfrentado al escritor joven que fue.
¿Cómo ha recibido el reconocimiento de su ciudad natal?
–Con mucha alegría, como un regalo. Cuando te dan un premio sin que te hayas presentado ni nada de eso pues te llevas una sorpresa muy agradable y si el premio viene de donde eres, pues con más alegría se recibe.
Haciendo un repaso a su trayectoria, ¿de qué está más orgulloso?
–Yo realmente no estoy orgulloso de nada, orgullo no creo que sea una palabra en la que me sienta reflejado, he hecho cosas y algunas me han salido mejor y otras peor, pero no es orgullo la palabra que utilizaría. Hay cosas con las que estoy satisfecho y otras que no tanto. Si hablamos de satisfacción, siempre me ha parecido que el género fundamental es la poesía y pienso que he escrito cinco o seis poemas que están bien y con eso me daría por satisfecho. Inevitablemente uno siempre está más satisfecho de las ultimas obras que ha publicado y destacaría las dos ultimas realizadas: Prohibido entrar sin pantalones y Totalidad sexual del cosmos.
Recientemente, lanza ‘Nadie contra nadie’ una reedición de su famosa novela ‘Nadie conoce a nadie’. ¿A qué se debe esta reedición?
–Sencillamente me parece que los textos literarios pueden ser mejorados, el hecho de publicarlos no significa que sean intocables y al pasar veinticinco años de la primera versión y siempre pensé que era demasiado joven cuando la escribí y que había mucho por mejorar y había errores de joven, y pienso que tenía todo el derecho del mundo a volver a intentarlo y quería hacer un experimento de ver si veinticinco años después.
¿Y tras 25 años, se mantiene la esencia de ese joven Bonilla?
–Hay cosas que se mantienen, evidentemente hay una serie de características como el humor, las ganas de guasa… siguen estando ahí pero naturalmente si en 25 años uno no ha aprendido algo sobre su oficio, pues mala cosa. Si no has aprendido donde te equivocaste antes, vas mal. Hay muchas cosas en cuanto a la artesanía del producto, que son muy distintas puesto que yo ahora escribo no intentando demostrar en cada página lo mucho que sé o lo bueno que soy, que es un error que se comete de joven.
¿Es ‘Nadie conoce a nadie’ una obra que ha soportado bien las dos décadas que han pasado por ella?
–Yo una de las cosas que hice para hacer esta nueva versión es no releerla para no contaminarme. He escrito la misma historia sólo con lo que había en mi memoria. He tratado de hacer un experimento, conozco la historia, lo que pasa, los personajes… pero está escrita de otra manera diferente. Socialmente, se ha mantenido bien, estamos en una sociedad en la que la conspiración y el negacionismo está en auge, por lo que efectivamente eso que estaba anunciado en mi novela ha ido a extremos portentosos y finalmente también uno no es que lo comprenda porque hay cosas que son incomprensibles, pero a partir del año 2000 se produjo una expansión de una idea de libertad gracias ala tecnología y nos damos cuenta de que la tecnología lleva las riendas de nuestra vida y esto se nota hoy muchísimo más que antes y eso hace que surja una respuesta de conspiración en un mundo en el que la tecnología se impone ante todo, como el movimiento de la gente que se retira de las grandes ciudades. Lo que en 1996 era una especie de mero nacimiento, hoy en día se ha multiplicado por mil.
¿Cómo de cercanos están el periodismo y la literatura?
–Cada vez más lejos, lamentablemente. Para mi no son dos mundos, son el mismo mundo; el periodismo escrito siempre ha formado parte de la literatura y ahí la literatura ha ido perdiendo la batalla y el periodismo cada vez está menos profesionalizado y se parece más a un equipo de futbol, a una hinchada que hagas lo que hagas le parecerá bien mientras sea de lo suyo, se ha futbolizado.
¿Piensa usted que el periodismo actual se encuentra en decadencia?
–En todas partes siempre crecen aldeas como las de Astérix que se resisten al imperio y si buscas, hay revistas o medios con alcance diminuto en los que sí que se hace un buen periodismo. El periódico más leído del mundo no es The New York Times o The Washington Post, es Facebook, que es donde la gente consume periodismo y eso va contra las leyes fundamentales del periodismo, va contra la jerarquía que había en papel; primero las páginas de nacional, luego la internacional, economía, cultura… esa jerarquía se ha perdido y es todo una llanura en la que tiene la misma importancia el nuevo novio de X persona que otra noticia más importante como los bajísimos salarios. Que el periodismo oculte esta clase de cuestiones es el acabose del periodismo. Cuando se habla de periodismo de investigación realmente se habla de periodismo de filtraciones; información guardada en el cajón esperando a ser sacada en el momento que más daño pueda hacer al enemigo. Para hacer frente a esto hace falta una masa crítica, que se forma a raíz de una masa de lectores, que no interesa crear.