La pasada temporada, y en números ocasiones, tanto Álvaro Cervera como diversos jugadores de la plantilla del Cádiz CF afirmaban que el objetivo del equipo era la permanencia para que el equipo siguiera compitiendo en la que es considerada para muchos la mejor liga del mundo, pero también para que la afición pudiera disfrutar de su equipo en la élite.
Cosas del destino, el submarino amarillo logra el ascenso a Primera División catorce años después y el público no puede entrar al estadio debido a la crisis sanitaria de la COVID-19.
La hinchada amarilla tuvo que ver por la televisión como su equipo era capaz de gana en el antiguo Carranza al FC Barcelona, poner contra las cuerdas al Atlético de Madrid y no poder visitar estadios como el Santiago Bernabéu, el Nuevo San Mamés o el Camp Nou.
Este año, con la vuelta del público a los estadios españoles, se esperaban llenos continuos en el Nuevo Mirandilla, situación que no se está dando en el inicio de liga.
En los dos primeros encuentros del campeonato doméstico, debido a que aún no era posible el 100% del aforo, 6.940 aficionados del Cádiz presenciaron el primer partido de liga ante el Levante UD, mientras que 7.452 presenciaron el duelo ante Osasuna.
A medida que iban pasando las semanas, el aforo aumentó. Un total de 11.826 abonados disfrutaron del encuentro ante la Real Sociedad, y el partido ante el FC Barcelona, que se disputó entre semana, contó con 12.179 espectadores en las gradas.
El encuentro ante el Valencia CF fue el primer con el 100% del aforo del estadio, que supera los 21.000 asientos, y además, en ese partido se pusieron por primera vez a la venta entradas para el público general. A pesar de ser un rival de enjundia y un histórico del fútbol español, tan solo 14.794 aficionados, dos tercios del estadio, vieron el partido en directo.
Los dos últimos encuentros, ante el Deportivo Alavés y RCD Mallorca han tenido incluso una menor asistencia de público. Un total de 13.790 espectadores estuvieron en el Nuevo Mirandilla en el choque ante el Alavés y 11.790 frente al RCD Mallorca.
Hay varios motivos que podrían explicar la falta de público en el estadio y que aún no colgado el cartel de ‘No hay billetes’.
Por un lado, el equipo a nivel deportivo vive un momento delicado, en puestos de descenso y aún ha sido incapaz de ganar jugando en casa.
Por otro lado, los horarios. El encuentro ante el Alavés tuvo lugar a las 16.15 horas, mientras que el del Mallorca fue a las 14.00 horas. Además, el encuentro ante el FC Barcelona fue un jueves a las 22.00 horas.
No hay que olvidar el aspecto económico. Las entradas para el público general oscilan entre los 50 euros y los 80 euros, lo que supone, sin lugar a duda, un impedimento para muchas familias.
