“Han venido a cumplir lo que ellos mismos pidieron hace años”, declaró a los periodistas Jorge Anzorreguy, abogado de Marcela y Felipe Noble Herrera, ambos de 33 años, que no son hermanos de sangre y a quienes la periodista adoptó en 1976.
Ambos se sometieron a pruebas de ADN en la investigación de su presunta adopción ilegal a raíz de la demanda de dos familias que sospechan que son hijos de desaparecidos durante la represión política desatada por la dictadura militar (1976-1983).
La prueba se llevó a cabo en el Cuerpo Médico Forense, un organismo judicial, por orden del juez federal Conrado Bergesio, a instancias de la Cámara Federal de Apelaciones de la ciudad de San Martín.
La asociación humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo anunció que impugnará ese procedimiento porque no se practicó en el Banco Nacional de Datos Genéticos, que a su juicio es “como lo establece la ley”, y agregó que pedirá la destitución del juez Bergesio por ese supuesto incumplimiento.
El abogado de la familia Noble dijo que el análisis de ADN se hizo “correctamente”, y recordó que Felipe y Marcela habían ofrecido hacerlo “hace más de seis años” con el fin de aclarar las demandas que pesan sobre sus adopciones.