El bombardeo fue lanzado tras las labores de información en la madrugada de Año Nuevo contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que tenía capacidad para albergar a unos 200 rebeldes.
Ayer, viernes, el Ministerio de Defensa dio cuenta de la muerte de 18 de los rebeldes y, ayer, una fuente militar en la zona de los combates dijo a los periodistas que la cifra de abatidos ascendió a 22.
En la misma operación, en la zona rural del municipio de Vistahermosa en el departamento del Meta, otros trece guerrilleros fueron capturados, ocho se entregaron y cinco más resultaron heridos.
El campamento del frente 43 de esa guerrilla fue atacado por aviones de la Fuerza Aérea (FAC) y en tierra por efectivos de la llamada Fuerza Conjunta de Tarea Omega de las Fuerzas Militares.
Los rebeldes heridos fueron trasladados y son atendidos en hospitales de Villavicencio, capital de Meta.