Los niños y niñas ucranianos de la región de Donbass, que acaban de regresar a su país tras pasar las Navidades en la Comunidad Valenciana, han hecho un llamamiento desde la zona del conflicto para pedir paz ante la amenaza de guerra.
La fundación ‘Juntos por la vida’ es un programa de acogimiento familiar de niños y niñas ucranianos, que, según ha explicado su presidenta, Clara Arnal, en Noticias 8 Mediterráneo, se inició en 1994 por la catástrofe de Chernóbil y desde hace cuatro años han ampliado la ayuda a la región de Donbass para colaborar con todos los menores que están viviendo en la zona el conflicto bélico.
Durante estas Navidades, el programa de acogimiento ha traído a varios niños y niñas a la Comunidad Valenciana y la presidenta de la fundación ha asegurado que esta despedida ha sido mucho más “penosa” que otras veces puesto que “el vínculo entre los niños y las familias es muy fuerte, cada vez más”. “Nosotros fuimos hace cuatro años a la llamada ‘zona roja’ a la ciudad de Krasnogórivka que es de donde están viniendo los niños y viven personas que no han podido desplazarse a otros sitios por su situación vulnerable”, ha relatado Arnal.
La presidenta de la fundación ha detallado que los menores tienen a metros de sus casas las trincheras, donde hay toque de queda todos los días, cortes de luz, de gas y de agua, la cual tienen que ir a recogerla al pueblo de al lado. Además, ha declarado que en este lugar hay barricadas en los colegios para evitar tiros.
Arnal ha transmitido que las personas que acogen a estos niños en la Comunidad Valenciana deben ser familias que “tengan un lugar en su casa, sobre todo en su corazón”. Además, ha contado que ella es madre de acogida y los niños “nos dan muchísimo más de lo que nosotros les podamos dar a ellos”. Arnal ha confesado que “ellos se llevan un futuro” y “todos los valores de solidaridad, de empatía, de amor, que es lo que necesitan para construir allí una realidad mejor”.
Arnal espera que todos los niños vuelvan en verano ya que “están viviendo el día a día con muchísima angustia y necesitan ese respiro que nosotros les podemos dar aquí, aunque sea por dos meses”.
