Existe una cierta preocupación por un nuevo brote de hepatitis que ha aparecido principalmente en Reino Unido. Hasta el 8 de abril más de 70 niños han desarrollado allí la enfermedad y se trata en su mayoría, de menores de 10 años necesitando alguno incluso trasplante. El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha confirmado 22 casos en España hasta el día 29 de abril y ha hecho saltar la alarma alertando a los médicos ante la posible aparición de nuevos casos. Actualmente en todo el mundo hay 228 casos que corresponden a 209 países y otros 50 casos están investigándose.
Se tratan de casos graves que ya han ocasionado la primera muerte infantil por esta enfermedad. Los síntomas principales de una hepatitis son: dolor abdominal, vómitos, icteria que es la coloración amarillenta de la piel, picor, orinas oscuras, heces pálidas o grises, dolor muscular o de articulaciones, fiebre, malestar, cansancio y una subida rápida de las transaminasas que son las enzimas del hígado.
En esta nueva hepatitis su origen es desconocido, un análisis de estos misteriosos casos en Estados Unidos llevó a las autoridades sanitarias a pensar que se tratara de un virus común llamado adenovirus 41, aunque es solo una hipótesis y no hay nada confirmado en la actualidad. Los adenovirus por lo general no causan enfermedades importantes, principalmente provocan problemas respiratorios, conjuntivitis o problemas digestivos, son más frecuentes en invierno y se transmiten fácilmente en guarderías infantiles y escuelas habitualmente antes de los 5 años.
En los casos estudiados en España 4 muestras han dado positivo por adenovirus y en una de ellas el Centro Nacional de Microbiología encontró un adenovirus tipo 2. Cuando hablamos de hepatitis, pensemos que en Medicina todo lo que termine en itis es inflamación, faringitis es de la faringe y hepatitis del hígado.
Por lo tanto, es una inflamación del hígado, pero no producida por la causa más habitual que son los virus de la hepatitis A, B, C, D o E, también se han descartado las causas tóxicas como consumo de alcohol o drogas obviamente al tratarse de población infantil o por fármacos, tampoco es por una alteración del sistema inmunológico que ataque a las células del hígado, ni por los viajes que favorecen la transmisión de esta enfermedad. La causa parece estar en un agente infeccioso, pero se sigue investigando y no se ha identificado aún.
Las medidas de prevención son una vez más lavado frecuente de manos, cubrirse al toser con la parte interna del codo y utilizar pañuelos desechables. En esta hepatitis se ha descartado que tenga relación ni con la vacuna del Covid ni con el propio virus, puesto que han dado negativo en la enfermedad y ninguno de los niños de Reino Unido fue vacunado. El calendario vacunal infantil en España incluye desde mediados de los años 90 la vacunación de la hepatitis B por ser la más habitual y la que más tiende a cronificarse y en Cataluña, Ceuta y Melilla se incluye además la vacuna de la hepatitis A.
Ante cualquiera de los síntomas anteriores y sobre todo por la coloración amarillenta se debe acudir al médico para descartar la existencia de una enfermedad hepática y por supuesto, una hepatitis sea o no esta nueva y preocupante hepatitis.
