Con esta inflación, quien mas y quien menos, tiene que mirar el bolsillo. Los precios han terminado por cambiar el modelo de vacaciones que hasta entonces se imponía.Este verano, se han disparado las reservas en los campings y en zonas turísticas, como en El Puerto de Santa María, resulta casi imposible encontrar coches de alquiler disponibles como consecuencia de la crisis de los microchips que no ha permitido a las empresas completar este año sus flotas.
Estas vacaciones impera el camping, más días y más barato
La pandemia y la inflación ha hecho que mucha gente se replantee su forma de viajar y acampar se ha convertido en una opción que para muchos permite alejarse de las aglomeraciones, además de disfrutar de la naturaleza a un precio asequible para el bolsillo. Por eso, este verano muchos viajeros cambiarán los hoteles por tiendas de campaña, autocaravanas y bungalows. El motivo; abaratar sus vacaciones ante la subida generalizada de precios.
“Irse de camping es más asequible para el bolsillo. Tenemos dos meses de vacaciones así que hay que ocuparlo en algo... Y viajar así nos da más posibilidades. Más tiempo, menos dinero”, señala un cliente que ha decidido optar, por primera vez, por este tipo de turismo.
Y es que está el cliente nuevo y también el que acude todos los años: “Claro que miramos el bolsillo pero también la libertad que ofrece un camping si se compara con un hotel. Aquí no hay horarios, no te peinas, te pones a jugar un bingo, conversas con los vecinos. Aunque, bueno, aquí también hay normas. Aunque estés de vacaciones, la gente viene a descansar. Uno no puede hacer ruido y molestar. Es la mezcla perfecta. Estás en tu casa pero de vacaciones”, explica una usuaria.
Una tendencia que ya se vio en 2021 pero que continúa al alza. Y es que el sector prevé “un verano histórico” en el que se espera superar el 90 % de ocupación media, según la Federacion Española de Campings. Después de la que hemos pasado, no estamos dispuestos a renunciar a nuestras vacaciones fuera de casa.
Por ello, miramos más que nunca cada céntimo. “Un hotel menos noches era casi el doble y no incluía casi nada” explicaba una pareja. Y sí, irse de camping es barato pero tampoco se ha librado del encarecimiento tal y como señalan clientes habituales: “Si un mes costaba 1.000 euros el año pasado, ahora puede costarte 2.000 y me quedo corto”. A pesar de ello, se trata de una alternativa aptta para toda la familia, divertida, original y mucho más económica. Más demanda que oferta: no hay coches de alquiler Pocos vehículos y muy caros. Alquilar un coche este verano en zonas turísticas, como el Puerto de Santa María, es casi imposible.
El sector afronta dificultades para dar servicio al cliente con más demanda que oferta tras no haber conseguido completar sus flotas por la crisis de los microchips. Sin disponibilidad. Es la frase que más repiten las empresas de alquiler de coches este verano. “Ahora mismo, en este momento, todo lo que tengo disponible está reservado para este fin de semana...Con lo cual, no hay ningún tipo de coche”, apunta el responsable de Bahía Rent a Car, Roberto Castilla, a este medi.
No hay suficiente flota. El motivo, según Castilla, la unión de varios factores: “la coyuntura económicas, la falta de microchips, de semiconductores, la gran inflación y la Guerra de Ucrania han provocado que sea imposible comprar coches desde septiembre del año pasado y ahora lo vemos”. Y tiene razón, lo vemos y lo notamos pero, en el bolsillo. Ahora, alquilar un coche es el doble e incluso el triple que en 2019. “Sí, han subido bastante los precios. Se debe a que la oferta es muy reducida y la demanda muy alta”, afirmaba el responsable de la empresa de alquiler.
Como resultado los consumidores que quieran alquilar un coche este verano tendrán que enfrentarse a esta subida de precio y reservar con mucha más antelación que antes ya que “si haces una reserva a última hora, lo tiene bastante complicado”.