“Quiero manifestar con absoluta claridad que mi vocación, mi propuesta y mi intención, la mía propia y la de la izquierda abertzale manifestada en la propuesta de Alsasua, es única y exclusivamente por las vías políticas y democráticas”, sostuvo Otegi en su turno de última palabra en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional por participar en un homenaje a un preso etarra.
En su alegato final, el ex portavoz de Batasuna, para quien la fiscal pidió 18 meses de prisión y 14 de inhabilitación absoluta, ha acusado a algunos medios de comunicación de “poner encima de la mesa una cortina de humo” para ocultar su propuesta, lo que, según ha dicho, no sólo refleja “una falta de voluntad política, sino una falta de debilidad política absoluta”.
Otegi, que el 9 de julio de 2005 participó en un homenaje al preso etarra José María Sagarduy en Amorebieta (Vizcaya), insinuó que el tribunal va a dictar una sentencia condenatoria y lo hizo basándose en que no respondió a la pregunta formulada al término de su interrogatorio por la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, sobre si condenaba “rotundamente” la violencia de ETA.
En este sentido, durante su informe final, la fiscal Blanca Rodríguez le advertido de que perdió su oportunidad de condenar la violencia terrorista y ha dicho que, aunque el silencio no es una prueba por sí solo para condenarlo, el hecho de dar “la callada por respuesta” debe ser tenido en cuenta por el tribunal, ya que cree que así “está apoyando y corroborando la violencia” de ETA.
Sin embargo Otegi, recriminó tanto a la fiscal como a las acusaciones por asociar sus propuestas “a la violencia” y “a los muertos” porque, ha subrayado, éstas “no pueden ser rebatidas en términos democráticos porque no hay un solo argumento en términos pacíficos y democráticos que se puedan poner encima de la mesa para decir ni que son descabelladas, ni que no son razonables”.
“Nuestra apuesta es única y exclusivamente por las vías políticas y democráticas. Eskerrik Asko”, concluyó Otegi. Previamente al turno de última palabra, la fiscal elevó la petición de pena de 15 a 18 meses de prisión para la ex presa etarra Itziar Galardi, al tener en cuenta la reincidencia, ya que fue condenada por asesinato terrorista en 1984 y salió de la cárcel en febrero de 2002.
Con respecto a Josune Irakulis, el ministerio público no ha solicitado ninguna petición puesto que no ha encontrado indicios de que haya participado en la “loa y en la alabanza” de Sagarduy. Por su parte, el Foro Ermua y Dignidad y Justicia han elevado a definitivas sus conclusiones y han pedido penas de entre tres años y medio de cárcel y cinco para Otegi, Galardi e Irakulis, a los que acusan de enaltecimiento del terrorismo, reunión ilícita y asociación ilícita.