La muestra, organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y que inauguraron ayer los Reyes, recorre la vida de Marañón a través de más de doscientas pinturas, fotografías, documentos, libros y material científico relacionados con este intelectual para quien “se ama la libertad como se ama y necesita el aire, el pan y el amor”.
Siete apartados componen la exposición, que se inicia con un repaso a los orígenes familiares del científico.
Cartas, fotografías de familia y retratos realizados por Joaquín Sorolla de Galdós o Menéndez Pelayo –fueron amigos del padre de Marañón– ayudan a relatar esta faceta de quien fuera una de las principales figuras de la llamada Edad de Plata española.
Es esa Edad de Plata, la del auge de la ciencia y la “europeización” propugnada por Ortega y Gassett, la que centra la segunda parada de la muestra.
La Edad de Plata enlaza, en el hilo narrativo de la muestra, con la visión de España que tenía Marañón y su profunda relación con Toledo y con la obra del Greco.
El legado médico y científico de este intelectual protagoniza el siguiente hito de la exposición.
Su profundo compromiso con el liberalismo, según ha resaltado el comisario de la exposición, Antonio López Vega, centra el apartado dedicado a la personalidad política de Marañón.
El recorrido concluye con sendos capítulos centrados en sus facetas de historiador y ensayista.