La Zona Franca de Sevilla, recinto con exenciones fiscales del Puerto de Sevilla, cuenta con un análisis de las necesidades y mejoras que deben abordarse en este espacio empresarial, en el que destacan actuaciones pendientes en viales, aceras, alumbrado e incluso reparaciones en zonas "puntuales" del vallado de seguridad. La Zona Franca cuenta en 2023 con un presupuesto de 1,6 millones de euros, recogido en las cuentas generales del Estado, ya validadas por el Congreso de los Diputados, para "garantizar su futuro y para incrementar sus oportunidades y potencial como polo de dinamización económica de la provincia".
El diagnóstico lo ha realizado la empresa Hecsil Companies 21, SL y en él --consultado por Europa Press-- se recoge la "necesidad de realizar un reasfaltado de todos los viales y reparar el acerado, que presenta un estado de conservación bastante bueno en general, aunque en amplias áreas está invadido por maleza y arbolado, lo que implica la necesidad de reparación o sustitución".
En relación al acerado, "cabría definir un nuevo tipo constructivo que no requiriese el adoquinado específico y fuese sustituido por otro tipo de alternativas que permitiera visualizar los espacios peatonales". Sobre el arbolado, el chequeo a la Zona Franca es claro: "el estado es lastimoso y requiere de una actuación puntual de corrección, acondicionamiento y delimitación".
El diagnóstico plantea una sustitución de luminarias en el alumbrado público aunque, aclara, se encuentran en "un buen estado general" y propone que en zonas "puntuales" del vallado se realicen "reparaciones". Las antiguas señalizaciones horizontales tendrían que ser recuperadas o en su casa redefinidas, "estableciendo claramente direcciones, áreas de maniobra y aparcamiento". "La señalética vertical está prácticamente desaparecida por lo que habría que proceder a su sustitución y renovación", se abunda.
Se plantean igualmente actuaciones de mayor envergadura relacionadas con la "revitalización de elementos arquitectónicos" de la industria civil sevillana de la primera mitad del siglo XX. "La mayor parte de los edificios se encuentra en un parcial abandono", como es el caso de la "emblemática" torre del reloj, en la que "se han perdido algunos elementos arquitectónicos y otros se encuentran en un lamentable estado de conservación".
