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Jueves 14/11/2024
 
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España

Alfonso Guerra, "muy decepcionado" por el camino "terrible" que ha tomado la política

El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha reivindicado este martes la "coherencia" como "elemento fundamental de la vida de una persona"

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  • El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra. -

El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha reivindicado este martes la "coherencia" como "elemento fundamental de la vida de una persona", y ha reconocido que "últimamente" se siente "muy decepcionado" por el "camino terrible" que ha tomado la política "en España y fuera de España".

Así lo ha señalado el histórico dirigente del PSOE en el transcurso de su intervención, en Sevilla, en la primera edición del ciclo 'Encuentros en Cajasol', en la que ha participado este martes y donde, durante algo más de una hora, ha repasado parte de su biografía personal y política en diálogo con el periodista Rafael Cremades.

A la pregunta de si se siente "defraudado", Alfonso Guerra ha respondido que "últimamente" reconoce sentirse "muy decepcionado", porque "la política ha tomado un camino terrible, en España y fuera de España", y al respecto ha lamentado que, pese a que, "en 1945, el mundo entero creyó que el fascismo ya no aparecería más, que no iba a reverdecer más", ahora "ahí lo tenemos".

A renglón seguido ha aludido al que fuera presidente de Estados Unidos Donald Trump, que, según ha advertido, llegó a ocupar ese cargo "utilizando técnicas como las 'fake news'" y "mintiendo a todo el mundo", y al respecto ha llamado la atención acerca de que, "hasta hace pocos años, la mentira era muy castigada" en política por parte de la ciudadanía, pero ahora hay dirigentes "tan felices diciendo una cosa y mañana la contraria, y nadie pide cuentas por eso".

"Se ha perdido una calidad espiritual tan terrible que lo mínimo que puede estar uno es decepcionado", ha manifestado Alfonso Guerra, quien ha lamentado que, ahora, las intervenciones de los políticos en la tribuna del Congreso son "monólogos", y al respecto ha señalado que él propuso una vez que los diputados deberían subir a la tribuna sin papeles, para que sus intervenciones ganaran en espontaneidad, pero no tuvo "éxito" con esa idea.

Alfonso Guerra se ha reivindicado también como "un soñador" en política a la vez que "un practicón", además de "un poco escéptico". "No me dejaba llevar nunca por la ola", ha comentado al respecto, al tiempo que ha defendido que "uno tiene que acostumbrarse a respetar las ideas ajenas, y a comprender más que a juzgar".

De igual modo, se ha definido como "un blando" y "un sentimental", lejos del "cliché" de "duro" que se le ha podido asignar, según ha apostillado, y ha valorado la "enorme fortuna" que tuvo al haber estado "en el vórtice de un gran huracán" como era un país como España cuando estaba saliendo de una dictadura y quería convertirse en una democracia, y él participó de la elaboración de la Constitución de 1978, algo que ha considerado como "lo más importante" que le ha pasado en su vida al margen de sus dos hijos y su nieta.

Posteriormente le han enseñado en este encuentro la célebre 'foto del Palace', en la que aparece él asomado a un balcón del hotel de Madrid con ese nombre junto al por entonces secretario general del PSOE, Felipe González, la noche de la victoria por mayoría absoluta del PSOE en las elecciones generales de octubre de 1982, en las que los socialistas arrasaron con su mejor resultado histórico, traducido en 202 escaños en el Congreso de los Diputados.

Guerra ha reconocido que es una foto "histórica" --"los finos dicen que fue icónica", ha apostillado--, la del "gran triunfo del 82", la de los 202 diputados, algo que "no se lo creía nadie", según ha comentado.

El exvicepresidente del Gobierno y exvicesecretario general del PSOE ha contado que, aquella misma noche, en la que "había mucha gente" en el Hotel Palace y donde "corrían botellas de champán", él mismo trató de "enfriar la euforia que tenía todo el mundo" al hilo de ese triunfo, y tras dormir allí ese día, a la mañana siguiente se marchó al museo del Prado, a contemplar pinturas de Brueghel y El Bosco, "para ver que la vida puede ser también sórdida, siniestra".

"Me fui a que me enseñaran que la vida es la muerte también", ha sentenciado Alfonso Guerra, quien también ha sostenido que "el triunfo no es el éxito, el triunfo es la coherencia", y "triunfar es ser coherente en la vida".

En esa línea, ha defendido que "uno puede cambiar de manera de pensar sobre esto o aquello, pero manteniendo la coherencia, que es el elemento fundamental de la vida de una persona", y que "te mantiene mucho más joven".

Además, ha reconocido que "en política se habla mucho" de lo que se dice "cambiarte de chaqueta", pero "se hace un poco taimadamente, resulta un poco vergonzoso", y a él es algo que le da "un poco de repelús". Frente a ello, ha defendido que, "si tienes una idea, lo normal es que la mantengas", y "si esa idea te defrauda, te ha defraudado temporalmente". "Los hombres pasan, pero las ideas permanecen", ha zanjado.

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