Los once acusados de traficar fundamentalmente con grandes cantidades de hachís y marihuana en viviendas de varios municipios de Granada y Málaga, así como de realizar dos de ellos portes de estupefaciente hasta la provincia de Almería, han aceptado en su mayoría penas de entre tres años y 18 meses de prisión tras reconocerse los hechos en la vista celebrada en la Audiencia Provincial de Almería.
Varias fuentes jurídicas han confirmado a Europa Press el acuerdo alcanzado ante la celebración del juicio con la Fiscalía Provincial de Almería, que inicialmente pedía penas de entre cinco y tres años de cárcel por unos hechos que tuvieron lugar entre abril de 2019 y febrero de 2020.
En concreto, los acusados de concertarse para realizar al menos una decena de viajes desde distintas localidades granadinas y malagueñas como La Malahá, Alhaurín de la Torre, Moraleda de Zafanoya, Escúzar o Vegas del Genil para transportar el estupefaciente hasta Almería han aceptado tres años de prisión.
Fue en uno de estos trayectos cuando uno de los acusados fue detenido por los agentes en la A-7, a la altura del municipio almeriense de Los Gallardos, en posesión de 54 paquetes de cogollos de cannabis, valorados en más de 47.000 euros en el mercado ilícito, que habría recogido en dos viviendas previamente en las provincias de Málaga y Granada.
El hallazgo de la mercancía dio lugar a una investigación por la que, posteriormente, se practicaron hasta ocho registros simultáneos en las viviendas de los supuestos proveedores, en las que se distintas cantidades de hachís y marihuana, dinero en efectivo y útiles para el cultivo y pesaje de la droga, entre otros elementos.
Algunos de los registros revelaron además la posesión de otros tipos de estupefacientes por parte de algunos acusados, como pastillas de MDMA, así como de armas. En concreto, en una finca de Albolote se encontró, dentro de una caja fuerte de una habitación contigua a unas caballerías dos armas cortas consideradas prohibidas y 52 cartuchos de munición.
En otro de los registros, los investigadores encontraron también una vivienda habilitada para el cultivo de marihuana con 50 plantas en cultivo, 600 gramos de cogollos, lámparas halógenas, balastros, extractores de aire y un rifle que figuraba como sustraído.
