Así lo afirmó el arzobispo de Malinas-Bruselas y jefe de los obispos belgas, Andre Joseph Leonard, a Radio Vaticano, comentando la visita ad limina apostolorum que desde ayer realizan a la Santa Sede los siete obispos de Bélgica, que serán recibidos por el Pontífice el próximo viernes.
“Analizaremos (con el Papa) las dolorosas preguntas que han surgido en nuestro país tras la dimisión del obispo de Brujas. Es inevitable hablar de ese tema y de las medidas que pretendemos adoptar para afrontar esa situación”, manifestó Leonard. Además de los casos de pederastia, los prelados hablarán con el Papa de la secularización en Bélgica, de bioética y de la eutanasia.