El Pontífice lo manifestó en el discurso a los miembros de la Comisión Teológica Internacional, que recibió en el Vaticano.
“Reitero la necesidad y la urgencia de crear en la cultura y en la sociedad civil y política las condiciones indispensable para una plena conciencia del valor irrenunciables de la moral natural”, afirmó.
Señaló que esa ley “constituye la verdadera garantía ofrecida a cada uno para vivir libres y respetada su dignidad como persona”.
Agregó que la ley moral natural defiende “de cualquier manipulación ideológica” y de cualquier “atropello” perpetrado sobre la base de la ley del más fuerte.