La Armada israelí abordó ayer lunes un barco de bandera turca fletado para el envío de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y detuvo a las alrededor de 700 personas que se encontraban a bordo. En el ataque murieron al menos nueve activistas, según fuentes militares israelíes, aunque en el comunicado del Consejo de Seguridad se habla de diez muertos.
Después de diez horas de debate a puerta cerrada, el Consejo de Seguridad emitió este martes un comunicado, que fue leído por el presidente en ejercicio del Consejo de Seguridad, el embajador mexicano Claude Heller, en el que el organismo "lamenta profundamente la pérdida de vidas y las heridas causadas por el uso de la fuerza durante la operación militar israelí en aguas internacionales contra el convoy que navegaba hacia Gaza".
"El Consejo, en este contexto, condena estos actos que han causado la pérdida de al menos diez civiles y numerosos heridos", prosigue el texto. Según fuentes diplomáticas, las principales discrepancias en el seno del Consejo las protagonizaron Turquía --que pidió una reunión de emergencia del organismo con el apoyo de Líbano-- y Estados Unidos en lo tocante al uso de la palabra "actos".
Turquía defendía que el término figurase en singular, dando a entender que sólo hubo un "acto", el del Israel, mientras que Estados Unidos prefería su uso en plural, extendiendo con ello la responsabilidad a los activistas que se defendieron del abordaje.
En el comunicado, el Consejo reclama "la libertad inmediata de los barcos y de los civiles detenidos por Israel" e insta a Israel a que les facilite "el pleno acceso a sus consulados" y a que permita a los países concernidos "recuperar inmediatamente a sus muertos y heridos".
Una investigación imparcial
Aparte, el comunicado pide "una investigación rápida, imparcial, creíble y transparente de acuerdo con las normas internacionales". Fuentes diplomáticas indicaron que el término "independiente" fue retirado a petición de Estados Unidos, que consideraba que con esta palabra se excluía a Israel de participar en la investigación. No obstante, Heller precisó posteriormente que "imparcial" equivale a "independiente" y que corresponde a Naciones Unidas determinar quiénes deben efectuar la investigación.
Aparte, el Consejo de Seguridad advierte de que la situación en la Franja de Gaza "es insostenible", muestra su preocupación por "la grave situación humanitaria" en esa región y expresa "la necesidad de que haya un flujo sostenido y regular de bienes y personas a Gaza y de que la ayuda humanitaria se distribuya sin impedimientos".
"El Consejo de Seguridad destaca que la única solución válida para el conflicto entre israelíes y palestinos es un acuerdo negociado entre las partes" basado en la creación de "dos Estados", prosigue el texto.
Durante el debate, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, afirmó que el ataque de Israel fue un acto de "bandidismo y piratería". "Se trata de un asesinato llevado a cabo por un Estado", agregó. La mayoría de los fallecidos eran turcos, según fuentes oficiales israelíes.
El viceembajador de Israel, Daniel Carmon, declaró ante el Consejo de Seguridad que la flotilla era "cualquier cosa menos" una misión humanitaria. Sus organziadores "se valieron cínicamente del disfraz de la ayuda humanitaria para enviar un mensaje de odio y de violencia", aseveró.
LOS TRES ESPAÑOLES
Los tres españoles que participaron en la flotilla humanitaria atacada en aguas internacionales por la Armada israelí permanecen en el centro de detención de Beersheba, al sur de Tel Aviv, después de negarse a firmar el acta de deportación, según informó este martes el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos.
En declaraciones a los medios de comunicación antes de un acto en la Casa de América, en Madrid, Moratinos informó de que el personal de la Embajada española en Tel Aviv intentará hoy convencer a los españoles de que firmen el acta de deportación, a fin de que puedan ser repatriados inmediatamente a España.
El ministro consejero de la legación Juan González Barba se encontraba este martes reunido con ellos, han informado fuentes diplomáticas españolas.
"Si por razones que pueden ser legítimas" continúan negándose a firmar el acta de deportación, se iniciará un proceso judicial "más largo" que tendría que terminar también en un procedimiento de expulsión. En todo caso, Moratinos expresó su deseo de que los españoles, que se encuentran "bien", puedan volver "cuanto antes", aunque aclaró que es a ellos a quienes corresponde, en ultima instancia, tomar la decisión oportuna.
En cualquier caso, los servicios consulares españoles les prestarán "toda la asistencia" y "todo el apoyo", subrayó. Añadió que la embajada española en Tel Aviv se ha puesto en contacto con las familias para trasladarles las últimas novedades con respecto a los activistas Manuel Tapial y Laura Arau y el periodista de la televisión venezolana Telesur David Segarra.
Moratinos contó también que el lunes le llamó su colega israelí, Avigdor Lieberman, al que le pidió que las autoridades israelíes dejasen actuar a los servicios consulares para que se pudiera prestar la asistencia oportuna a los españoles. Le expresó también la posición de condena de España por el ataque que su Ministerio difundió oficialmente a través de un comunicado.
Moratinos consideró que la comunidad internacional ha reaccionado "con firmeza" al ataque contra la flotilla al haber condenado "el uso desproporcionado de la fuerza". Destacó que España y la UE han pedido a Israel que ese tipo de actos no se vuelvan a repetir y que "inmediatamente inicie una investigación imparcial objetiva para explicarnos por qué se ha producido esa actuación".
"Todos estamos comprometidos en que la mejor solución para que ese tipo de actos no se vuelvan a producir" es en primer lugar que se ponga fin al bloqueo de Gaza y, en segundo lugar, que se resuelva "definitivamente el conflicto entre palestinos e israelíes".
Moratinos confió en que se pueda volver a "una situación de diálogo y de negociación política". "No podemos seguir con un conflicto que dura más de 60 años. Ya es hora de que la comunidad internacional y las propias partes se den cuenta de que no se puede continuar con este tipo de situaciones que terminan en drama, violencia, muerte, desolación y frustración. Tenemos que movilizarnos todos para que cuanto antes consigamos esa solución de dos Estados que queremos todos", concluyó.