El fiscal general, Ricky Rodda, se mostró contrario a que se le conceda al detenido la libertad bajo fianza considerando que los cargos que se le imputan revisten una gran gravedad, lo que posibilitaría la huída del presunto atracador, máxime cuando carece de familiares en el entorno.
La vista se aplazó hasta la próxima semana con el fin de que el acusado pueda conseguir asesoramiento legal. De momento se le ha asignado un abogado de oficio, pasando a custodia policial hasta que se celebre el juicio.
En la operación policial intervinieron treinta agentes que fueron dotados de armamento portátil, ya que hay que recordar que los bobies no llevan armas de fuego.
La RGP contó con el apoyo de efectivos de la Gibraltar Defence Police (policía del Ministerio de Defensa) y del HM Customs (Servicio de Aduanas).
El máximo responsable de la autoridad policial de Gibraltar, Eddie Guerrero, felicitó a la RGP por su brillante intervención. Guerrero remitió una carta al comisario jefe de la RGP, Louis Wink, sobre “el trabajo perfectamente ejecutado.