El alcalde no se plantea, en modo alguno, que el Ayuntamiento vuelva a tener más concejales liberados “ya que no podemos soportar ese gasto. No hay motivo para ello y no es necesario. Haremos las cosas con menos concejales”.
Por otro lado, Palma tampoco consideró válidos los argumentos ofrecidos por USR instando a la restitución de los dos ediles a sus anteriores concejalías, aunque reconoce la “libertad” de cada uno para ofrecer sus opiniones públicamente.
Asimismo, el primer edil recordó que “desde marzo del año pasado he dicho que aquellos miembros que no estén a gusto en el Gobierno, que se marchen, y es algo que va dirigido a todos los concejales, ya que aquí no hay un pacto, sino que hay voluntades para sacar a San Roque adelante, y el que no quiera estar con el Gobierno o no esté a gusto, que se marche”.
El alcalde desveló que había hablado varias veces con el portavoz de USR, José Antonio Ledesma y con la concejal Marina García, y les expuso la situación creada tras el Pleno “muy especial” y después de un año de Gobierno, en el que se hacía necesario una remodelación del equipo de Gobierno municipal”.
Para Palma “la situación del Ayuntamiento es suficiente justificación para convencer, no sólo a ellos, si no a todos los ciudadanos sanroqueños, de que hay que tomar unas medidas importantes para sacar al municipio de la mala situación en la que se encuentra”. En este sentido explicó que “nos ahorramos un total de 20.000 euros mensuales, dinero que necesito para pagar otras cosas, y entiendo que ellos pueden seguir trabajando para el Ayuntamiento y trabajando en sus trabajos, sin necesidad de tener que estar liberados”.
“La economía actual no permite que de 21 concejales haya 15 liberados. Es insostenible y no hay dinero ni recursos para eso”, indicó el alcalde, además de rechazar la opinión de Galindo de que el decreto está redactado por un “mamarracho”.
Por último, Palma rechazó haber actuado de forma cobarde, “estoy tomado decisiones de forma valiente, sin insultos ni ofensas, pero de forma responsable”.
