Los jefes de Estado y Gobierno alcanzaron este acuerdo, que también incluye que la Comisión Europea seguirá teniendo un miembro por cada país, en la primera sesión de trabajo de la cumbre de la UE, lo que despeja el camino para discutir el plan de reactivación económica y las medidas contra el cambio climático.
Los Veintisiete respaldaron la propuesta francesa que indica que el Gobierno irlandés “se compromete a tratar de conseguir la ratificación del Tratado de Lisboa antes del final del mandato de la actual Comisión”, en noviembre de 2009.
Aunque el texto no habla expresamente de condiciones, la forma en que está redactado señala que la concesión a Irlanda va unida a que ese país ratifique el Tratado, después del resultado negativo de la consulta de junio pasado.
“Siempre que entre en vigor el Tratado de Lisboa”, el Consejo Europeo adoptará una decisión para que “la Comisión mantenga un nacional de cada Estado miembro”, afirma la propuesta que fue aceptada.
El Tratado de Lisboa prevé que, a fin de ganar en eficacia, a partir de 2014 habrá un número de miembros de la CE igual a dos tercios del número de Estados miembros (lo que equivale a 18 en la UE de los 27), que se regirá por un principio de rotación igual entre los Estados miembros.