En la lectura del auto, el juez Dominique Pauthe afirmó que las evidencias aportadas por la defensa "no absuelven a Kerviel de la obligación de cumplir las normas", y señaló que el ex broker "excedió el ámbito de sus obligaciones mediante la adopción de posiciones especulativas sin el conocimiento del banco, y en proporciones gigantescas".
En enero de 2008, Société Général desveló que las posiciones adoptadas sin autorización por Kerviel, que comenzó a trabajar en el banco en el año 2000 y mantuvo una trayectoria profesional irreprochable hasta entonces, habían provocado a la entidad pérdidas de unos 4.900 millones de dólares.
Kerviel trabajaba en la sección dedicada a gestionar las operaciones de mercados y su misión durante cinco años fue, curiosamente, detectar procedimientos sospechosos. Después, pasó a formar parte de los actores directos de corretaje, aunque tampoco era uno de los corredores de bolsa "estrella" de la entidad.
En 2006 empezó a montar una actividad paralela y a enmascararla compensando ganancias con pérdidas y viceversa. Las operaciones se anulaban y, por tanto, no aparecían en las cuentas del banco.