En el Centro de Urgencia en Belgrado han sido atendidas 122 personas, de ellos 102 policías, según los últimos datos publicados por esa clínica.
Varias zonas del centro de la capital serbia quedaron demolidas, los contenedores incendiados, algunos escaparates, trolebuses, autobuses y coches dañados.
Según unas primeras evaluaciones, los daños que sufrió la ciudad podrían superar un millón de euros.
El presidente de Serbia, Boris Tadic, condenó el vandalismo en las calles de Belgrado y pidió que los atacantes y los organizadores de los desórdenes "sean arrestados y llevados ante la justicia".
Los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y grupos de jóvenes ultras homófobos opuestos al primer desfile de homosexuales, terminaron paulatinamente durante la tarde tras prolongarse por varias horas en diversos puntos de la capital.
El Ministerio del Interior informó de que han sido detenidas unas 180 personas.