De Alfonso ha asegurado que el oleaje que tuvo lugar la madrugada del 8 al 9 de noviembre en la costa de Galicia, Cantabria y País Vasco alcanzó los niveles más elevados de los últimos diez años.
Durante este fuerte temporal, en aguas abiertas se han llegado a medir 11,6 metros de altura significante en la boya exterior de Villano-Sisargas y 10.7 metros en la boya de Cabo Silleiro (Galicia), llegándose a los 10 metros en el resto de la Cornisa Cantábrica.
Por su parte, los valores de la boya costera de Langosteira (Galicia) superaron los 10 metros de altura significante y los 8 metros en la boya costera de Pasajes (País Vasco).
En el Puerto de La Coruña, la agitación interior superó el metro de altura, mientras que en la zona del Estrecho la boya exterior de Cabo de Gata registraba un máximo de 5.4 metros de altura significante.
La subida adicional del nivel del mar producida por la tormenta ha batido récord histórico en Santander y Bilbao, donde ha llegado a 60 y 56 centímetros, respectivamente.
Puertos del Estado tiene tres redes de medida que han registrado este temporal:
La Red de boyas de aguas profundas (o red exterior), que consta de 15 boyas de gran envergadura ubicadas en puntos con profundidades entre los 200 y los 1.200 metros y dotadas con sensores para la medida del oleaje, viento, temperaturas y corrientes.
La red costera, compuesta por 26 boyas para la medida del oleaje y la temperatura del agua en lugares con aguas poco profundas y de especial interés para las actividades portuarias o costera.
Por último, la red de mareógrafos la componen 37 instalaciones que registran el nivel del mar y la agitación en zonas portuarias.
Todos los instrumentos de estas redes envían la información en tiempo real a Puertos del Estado, y se puede consultar en su página web (www.puertos.es).
Por su parte, el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ángel Ribera, ha asegurado que este miércoles será el último día de temporal y que mañana se consolida la mejora del tiempo hacia un otoño tranquilo.
Ribera ha indicado que los "vientos y precipitaciones" han disminuido en toda la península y ya no queda ninguna Comunidad en alerta roja.
A excepción de las lluvias que se esperan al Norte de Baleares y de la niebla de primeras horas, las temperaturas diurnas comenzarán a subir mañana entre 3 y 4 grados sobre los valores de este miércoles, al tiempo que las mínimas se irán suavizando.
No obstante, Ribera ha agregado que el fin de semana se espera la entrada de un frente frío por Galicia, que el sábado dejará lluvias y provocará una bajada de las temperaturas máximas.