En la rueda de prensa posterior a la Asamblea Plenaria que se inició el pasado lunes, Martínez Camino aseguró que las declaraciones del Papa sobre el preservativo “no suponen ninguna novedad en la doctrina de la Iglesia”, y como tal, señaló, no han sido discutidas en la asamblea plenaria de los obispos.
En su opinión, el libro Luz del mundo de conversaciones del Papa Benedicto XVI con el escritor Peter Seewald “hay que leerlo con una lectura pausada y sencilla” para comprobar que del texto no se pueden extraer esas conclusiones y que tan solo expresa “la doctrina ya conocida de la Iglesia”.
Para el portavoz, se trata de un libro “precioso” que junto con los dos anteriores del mismo autor y mismo formato suponen “una excelente introducción a la teología y a lo que significa ser cristiano hoy”, y en los que se pone de manifiesto “la belleza de la fe cristiana y su perfecta compatibilidad con la modernidad”.
En cuanto al anuncio de que el Gobierno prepara una ley de cuidados paliativos y muerte digna, el portavoz ha asegurado que los obispos se pronunciarán cuando exista un texto y se conozca su contenido, pero ha precisado que “una muerte causada por otro ser humano, sea en las condiciones que sea, es siempre una muerte indigna; porque no se puede causar la muerte de un ser humano, no se puede matar”.
Pero la doctrina de la Iglesia asegura que “tampoco es ético retrasar la muerte absurdamente a costa de sufrimientos y a costa de intervenciones y técnicas que lo único que hacen es retrasar la muerte”, dijo Martínez Camino.
Para la Iglesia resulta muy preocupante que “bien sea por falsa compasión, por motivos económicos o de comunidad, se introdujese la idea –incluso con el respaldo de la ley– de la supuesta bondad de quitar la vida a un ser humano”.
“Introducir la posibilidad de que se le pueda quitar la vida a un ser humano aunque sea con su consentimiento, es una barrera que en nombre de la dignidad humana y de la atención a los más débiles no se puede traspasar”.
Por otra parte, Martínez Camino ha informado de que el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, ha recibido el encargo de transmitir a los monjes del Valle de los Caídos el apoyo de la Asamblea Plenaria de los obispos.
El cardenal y arzobispo de Madrid se pondrá en contacto con el abad de la Abadía de la Santa Cruz para transmitirle “la cercanía, el apoyo y oración de los obispos para que la comunidad benedictina pueda desarrollar su labor religiosa sin inconvenientes”.