La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, expusieron, en rueda de prensa, el acuerdo al que llegó ayer el organismo gestor de la cueva, cerrada al público desde 2002 para evitar el deterioro de sus conocidas pinturas.
González-Sinde destacó la importancia de que Altamira recupere en “algún momento la capacidad de recibir visitas”, porque ha reconocido que, “por limitadas” que sean, “es importante el acceso de los ciudadanos a la cultura y a los bienes, en este caso patrimonio de la humanidad”.
Revilla reiteró que es “impagable” para Cantabria reabrir la cueva de Altamira y afirmó que ve en el grupo que se va a crear un “atisbo de esperanza” para que el público pueda de nuevo ver los famosos bisontes.
Ni la ministra ni el presidente cántabro precisaron cuál va a ser el coste del estudio que lleve a cabo este grupo, pero Revilla ha asegurado que el presidente del Banco Santander, Emilio Botín -patrono de Altamira-, afirmó que su fundación financiará el 50 por ciento de este informe.
Y González-Sinde añadió que Altamira es “una prioridad para el Ministerio de Cultura”.
Respecto a cuándo estará finalizado el estudio, González-Sinde y Revilla dijeron que “como mínimo” se necesitará un año para conocer sus conclusiones, aunque la ministra dijo que se va a “apretar las tuercas” a los expertos para que “no se duerman en los laureles”.
El grupo multidisciplinar internacional se crea, según la ministra, al no ser concluyentes los informes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). “El CSIC no ha querido mojarse”, añadió Revilla.
González-Sinde explicó que los informes del CSIC concluyen que la evolución del estado de las pinturas “es positiva”.