Tanto el transporte por ferrocarril como el tránsito de barcos entre el continente y las islas quedaron sin servicios, al tiempo que un centenar de vuelos nacionales tuvo que ser suspendido. Tanto los hospitales como las farmacias funcionaron sólo con servicios mínimos y para casos de emergencia, y las guarderías y colegios de enseñanza media y superior estuvieron cerrados por la protesta de los docentes para reclamar mejoras salariales.
Unas 50.000 personas, según la Policía, se congregaron en una marcha que recorrió el centro de Atenas.