Desde el inicio de la fase pandémica, se han notificado 3.699 detecciones del virus de la gripe, de las que el 70,4% han sido del tipo A, el 29,3% del B y el 0,3% del C.
La directora general de Salud Pública y Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, Carmen Amela, explicó, en declaraciones a Efe, que las características de los casos graves y fallecidos son similares a las de la temporada 2009-2010.
Aunque en ese período se notificó la muerte de 350 personas a causa de la gripe A, los epidemiólogos consideran que no es posible comparar estos datos con los actuales, porque el seguimiento de la pandemia fue
mucho más exhaustivo y hubo una mayor recuento de casos en aquellos momentos de alerta ante el nuevo virus.
Amela señaló que la gripe ha seguido afectando esta temporada a la población de edad media y, básicamente, con factores de riesgo.
La experta incidió en que muchos de estos supuestos hubieran podido prevenirse con vacunación, ya que en torno al 80% de los enfermos graves con factores de riesgo -enfermedades crónicas, embarazo, obesidad y mayores de 60 años- no estaban inmunizados.
Desde el inicio de la temporada, la mortalidad detectada se situó en valores mínimos hasta mediados de diciembre y, a partir de entonces, mantuvo un patrón similar a lo observado otros años.
"El número de defunciones ha estado en general por debajo de los valores medios esperados y en ningún momento se han aproximado al umbral de alerta", según el balance del Carlos III.
De los casos graves, el 84,4% correspondieron a infecciones por el virus de la gripe A H1N1, de los que el 57% eran hombres y el 43% mujeres, un 9% de ellas embarazadas.
Con la información disponible hasta el momento se observa que el 74% de los afectados presentaba algún factor de riesgo de complicaciones de gripe. Desarrollaron neumonía el 76% de los contagiados y presentaron coinfección bacteriana el 26%.