La subida refleja el encarecimiento de los costes de la energía, que se incrementaron un 2,7% en la última subasta, mientras que los peajes, la parte regulada de la tarifa eléctrica, se han congelado.
Se trata de la segunda subida del año, tras el incremento del 9,8% de media aprobado en enero por los mayores costes de la energía.
Para un consumidor medio, la revisión de julio supondrá unos 6 euros más al año en el recibo de la luz.
Tanto en gas como en electricidad, las tarifas tienen dos componentes: los peajes de acceso y el coste de energía.
Los peajes retribuyen los costes regulados del sistema, como el transporte o la distribución, así como las primas a las energías renovables, entre otros, y representan prácticamente la mitad de la TUR.
La intención del Gobierno era amortiguar la subida del precio de la energía, que debe trasladar obligatoriamente al recibo, y congelar la tarifa, aunque para hacerlo habría tenido que bajar los peajes, entre otras posibilidades.
Este miércoles, la Comisión Nacional de Energía (CNE) recomendó a Industria que no bajara los peajes de acceso ante el riesgo de incumplir el límite de 3.000 millones de euros fijado para el déficit tarifario durante este año.
El déficit tarifario, deuda acumulada por el desfase entre los ingresos y los costes del sistema, asciende ya a 22.850 millones de euros y su colocación en el mercado está teniendo unos costes considerables.
Endesa había señalado que los peajes tendrían que subir entre el 10% y el 15% en 2012 para acabar con el déficit de tarifa, mientras que Iberdrola ha sostenido que para atajar esta deuda debían trasladarse a la tarifa eléctrica las subidas de la energía, y que no sería “razonable” bajar los peajes.
Junto a la subida de la luz, hoy suben un 5,7% la tarifa de último recurso (TUR) de gas natural y la bombona de butano, que pasará a costar 14,8 euros con IVA incluido. El gas, para hogares que sólo tengan agua caliente y cocina con gas, subirá un 4,6 %.