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Sábado 18/01/2025
 

A(Em)prendiendo

Feliz 2025

Como decía Mafalda, no es el año el que debe cambiar, sino nosotros

Al llegar el final del año echamos la mirada atrás y hacemos balance de los meses pasados, buscando comprobar si lo bueno ha ganado a lo malo. A diferencia de lo que ocurre con las empresas, si el saldo ha sido favorable no hay que pagar impuestos (todavía). Todo lo positivo que hayamos vivido queda íntegro para nosotros. No obstante, lo pasado suele tener menos peso que la experiencia actual en la que estamos inmersos y, si estamos atravesando tiempos difíciles, los problemas suelen eclipsar las cosas buenas. Incluso cuando todo va relativamente bien, cada semana viene con su lunes, y se antoja lejana la promesa del siguiente fin de semana.

La teoría de la relatividad de Einstein nos explica que el tiempo y el espacio son relativos. Aunque la velocidad de nuestro pensamiento está limitada biológicamente por nuestro cerebro y está lejos de la velocidad de la luz, de algún modo experimentamos esa relatividad del tiempo. Se alarga cuando esperamos, y vuela cuando estamos muy enfocados en algo que nos gusta o nos ocupa, y se nos antoja lento y pesado cuando algo no nos gusta.

Dicen que hay dos formas de medir el tiempo: aquel que pasamos con las personas que queremos, y el que transcurre sin tenerlas al lado. Aunque la falta se nota siempre, en estas fechas se añoran tiempos pasados, muchas veces sin ser conscientes de lo felices que éramos, simplemente porque teníamos al lado a quienes ya completaron su tiempo con nosotros. En la película Interstellar nos recuerdan que “el amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio”. Un año se acaba, pero no hay tiempo ni distancia que nos separe de aquellos a quienes queremos.

Son fechas también de hacer propósitos. Ahora sí que sí, ésta va a ser la buena, de este año no pasa, son frases que repetimos en un intento de convencernos a nosotros mismos, a ver si de una vez nos hacemos caso y cambiamos lo que no nos gusta. Pensamos que ahora es el momento, pero no hay que esperar a que empiece un año para hacerlo. Como decía Mafalda, no es el año el que debe cambiar, sino nosotros. Facundo Cabral cada mañana cantaba “éste es un nuevo día para empezar de nuevo, para buscar al ángel que nos crece los sueños, para cantar, para reír, para volver a ser feliz… porque en una eternidad siempre se puede empezar de nuevo”. ¡Feliz 2025!

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