La táctica de dividir el territorio, –de cuarenta kilómetros de largo por quince de ancho y donde viven millón y medio de personas–, tiene como finalidad cerrar las vías de comunicación y de aprovisionamiento de Hamas y otros grupos armados.
La operación se produjo al mismo tiempo que se sucedían enfrentamientos entre las tropas israelíes y los milicianos palestinos, en combates que desde ayer han dejado más de cuarenta muertos y 150 heridos.
Uno de los ataques mas cruentos costó la vida a una madre y sus cuatro hijos, que murieron en un bombardeo aéreo en el este de la ciudad de Gaza, que comenzó a ser cercada por tanques israelíes y cuyas calles están desiertas, con decenas de edificios destruidos.
En la capital de la franja sólo se escucha el sonido de los aviones israelíes, de explosiones y de disparos de artillería.
El Ejército de Israel también desplegó unos ochenta tanques, vehículos blindados y excavadoras en el antiguo asentamiento judío de Mitzarin, a unos tres kilómetros al sur de la ciudad.
Según dijo a Efe Hasan Yalaf, viceministro de Sanidad de Hamás y director general del Hospital de Shifa, gran número de los fallecidos desde el inicio anoche de la invasión terrestre son civiles.
“Israel dispara contra las casas y los mercados”, dijo.
Yalaf denunció que la situación en Shifa, el principal hospital de la franja, es “dramática”, ya que en el centro médico lleva más de 48 horas sin suministro eléctrico y no se cuenta con medicinas ni personal para hacer frente a la emergencia.
“Llevamos dos días funcionando con los generadores, que pueden parar en cualquier momento porque no tenemos reservas de combustible”, dijo el viceministro de Sanidad de Hamas.
El hospital está “totalmente desbordado” y la situación que se vivía esta tarde allí era “angustiosa”, agregó.
Yalaf hizo un llamamiento a la comunidad internacional para frenar “la matanza de civiles”, y denunció que Israel “está violando todos los derechos humanos de los palestinos”.
Las fronteras con Israel están cerradas y el Estado judío había informado a primera hora de que no permitiría ayer el paso de los cargamentos de ayuda humanitaria con comida y medicamentos.
La invasión israelí se inició con miles de soldados de Infantería, Ingenieros, Artillería y tanques apoyados por la aviación, la marina y las agencias de Inteligencia, para acabar con el lanzamiento de cohetes contra Israel por el movimiento islamista Hamas y las otras milicias armadas que actúan en la franja.
Tras los últimos ataques, el recuento de víctimas que ha causado en Gaza la operación Plomo Fundido –que el Ejercito israelí inició el pasado 27 de diciembre y reforzó ayer con la invasión terrestre de la franja palestina–, ronda los 500 muertos, entre ellos más de un centenar de civiles, y 2.500 heridos.
Los cohetes de los grupos armados palestinos han matado entre entretanto a cuatro personas en Israel, donde el Ejército reconoció ayer su primera baja mortal desde el inicio de la ofensiva.
En un comunicado, el Ejército del Estado judío admitió la muerte hoy en Yebalia, norte de Gaza, de un soldado de infantería en un enfrentamiento con milicianos palestinos en el que otro militar israelí resultó herido de gravedad.
Medvedev pide a Olmert que detenga la operación militar
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, instó ayer a su homólogo israelí, Ehud Olmert, a poner fin cuanto antes a la ofensiva terrestre en la Franja de Gaza, informó el Kremlin.
El comunicado indica que fue Olmert quien telefoneó al líder ruso para exponer la postura de su país e intercambiar opiniones con Medvédev “sobre la situación en Gaza a raíz de las acciones militares”.
“El presidente ruso expresó su extrema preocupación con motivo de las numerosas víctimas entre la población civil y la grave situación humanitaria en Gaza y subrayó la importancia y la urgencia del cede del fuego”, señala la nota oficial.
Medvédev dijo que Rusia respaldará los esfuerzos por normalizar la situación en la región en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU y del Cuarteto de mediadores para Oriente Medio.