La toma de la refinería de Zauiya, a unos 50 kilómetros al oeste de la capital libia, constituye el último éxito logrado por los insurgentes sobre el terreno.
Esta refinería produce unos 120.000 barriles diarios de crudo y es actualmente el principal proveedor de carburante para Trípoli.
La semana pasada, los rebeldes tomaron el control de parte de la ciudad y sobre todo la ruta que comunica con la frontera de Túnez, con lo que cortaron las vías de aprovisionamiento del Gobierno libios.
La cadena de televisión Al Yazira difundió ayer imágenes de grupos de insurgentes que controlan la terminal petrolera de Brega, otro proveedor de energía para la capital.
“Controlamos la mayor parte de la ciudad”, dijeron.