En esta relación de datos se incluyen tanto los internos de nuevo ingreso -los que por primera vez entran en la cárcel-, así como aquellos que proceden de otros centros del territorio nacional. El responsable de Botafuegos comentó que 1.200 presos fueron de nuevo ingreso, mientras que el resto provenían de conducciones.
Francisco Márquez resaltó que, en base a estos datos, Algeciras es “una de las ciudades con un mayor volumen de ingresos penitenciarios anuales”, con cifras comparables a las cárceles de Málaga o Madrid, y por encima de Sevilla, agregó el director.
Las cárceles que más nutren de reclusos la prisión algecireña son Alhaurín de la Torre, en Málaga; y el centro penitenciario de Ceuta, de donde llegan casi a diario conducciones de tres o cuatro internos.
Hay que tener en cuenta que de todos estos ingresos, una gran parte quedan libres por libertad condicional o son trasladados durante el año desde Botafuegos a otros recintos. Además, muchos internos efectúan estancias breves para declarar en procesos judiciales.
Pendiente
Por otro lado, Francisco Márquez resaltó el hecho de que la prisión ha vuelto a superar la barrera de los 1.800 reclusos, tras varios meses de estabilidad por debajo de esta cifra. De hecho ayer eran justamente 1.800, después de que dos internos se marchasen en una conducción.
La situación ha llegado, sobre todo, después de un último traslado de 24 presos el pasado lunes 12 de enero, procedentes de varios centros penitenciarios. En concreto, se trataba de 10 internos de la prisión de Puerto II, en El Puerto de Santa María; dos de Huelva, que llegaron por cuestiones de vinculación familiar; otros cuatro de Ceuta, como es habitual; y el resto, procedentes del estado de libertad.
En cualquier caso, el centro está pendiente de la petición de traslado elevada recientemente desde Botafuegos a la Secretaría General, una orden que afectaría finalmente a 60 presos, 20 más de los que se dijeron en un principio.
