Cuando las posturas parecían acercarse, el equipo de gobierno salió ayer de nuevo a escena para alejarlas un poco más en el conflicto del tranvía. Anunció el inicio de las tareas de mantenimiento y cuidado de las zonas verdes de la infraestructura “con urgencia “ ante las altas temperaturas pero pasándole la factura al Gobierno andaluz. Lo hace tan sólo cinco días antes de la decisiva reunión que se celebrará a dos bandas para abordar el reinicio de las pruebas en blanco, paralizadas hace ahora un año.
En las últimas semanas todos los movimientos concluían en un leve acercamiento entre ambas partes para tratar de resolver el conflicto a lo largo de este mes. No era algo baladí después del enconado conflicto entre ambas administraciones mantenido durante los últimos meses. Sin embargo, el anuncio de ayer vino a enfriarlo. El Ayuntamiento anunció el comienzo inmediato y “con carácter de urgencia” de las tareas de mantenimiento ante las altas temperaturas registradas y los problemas con el sistema de instalación de riego de los jardines.
“Lo hacemos por responsabilidad y ante la dejadez y desidia de la Junta”, afirmó el concejal de Urbanismo, Javier Márquez, quien insistió en que no se trata de una competencia del Ayuntamiento esgrimiendo el mismo argumento que el utilizado durante los últimos meses: no hay una recepción técnica de la obra.
Se comenzará a reparar las deficiencias en las instalaciones de riego y proceder a la aplicación de los riegos necesarios durante el verano. Las tareas serán efectuadas por la empresa concesionaria de la limpieza FCC, aunque la factura será enviada a la Junta. “Las plantas y zonas verdes no pueden esperar a que la Junta se quiera reunir con el Ayuntamiento”, zanjó el edil.
Numerosos fallos en el sistema de riego
El concejal de Urbanismo señaló ayer que entre los informes técnicos que presentarán a la Junta sobre las deficiencias del tranvía incluirán el del sistema de riego, que presenta “importantes” fallos que se detectaron “de forma inmediata” en junio de 2011 y que no han sido arreglados. Márquez incidió en que los riegos mostraron desde el principio un “funcionamiento muy deficiente”. Los problemas: algunas zonas no se riegan y algunas arquetas quedan inundadas.