El movimiento social que gira en torno a la conservación del paraje natural que rodea la playa de Valdevaqueros ha cobrado gran notoriedad en los últimos días. Más de 18.000 seguidores y 83.614 firmas a fecha 14 de junio demuestran que la plataforma ha calado hondo no sólo en la sociedad campogibraltareña sino también en otros muchos puntos de España.
—¿Siempre se ha considerado ecologista?
—Yo no puedo tacharme de ecologista. La plataforma que represento es una plataforma ciudadana. Se trata de valores básicos, no sólo de medio ambiente. Sí que es cierto que las organizaciones ecologistas, por las circunstancias, se convierten en ocasiones en el campo depurador de la Administración.
—¿En qué momento se dieron cuenta ustedes de la enorme repercusión que había alcanzado el movimiento ‘Salvemos Valdevaqueros’?
—Creo que fue el lunes por la mañana, cuando el número de seguidores nos obligó a sustituir el perfil de Facebook por una página. Esa misma noche, a eso de las diez o las once creamos el perfil de Twitter y en menos de dos horas llegamos a ser Trending Topic.
—¿Cómo fueron esos primeros dos días frenéticos de acción en las redes sociales?
—La noticia sobre el proyecto de urbanización de Valdevaqueros apareció en un perfil determinado de Facebook y desde ella se nos invitaba al progreso y tal. Naturalmente, hice una lectura totalmente contraria y comencé a compartirla. Lo comentamos y el propio sábado por la mañana creamos el grupo Salvemos Valdevaqueros. Todo fue creciendo muy rápidamente y no lo esperábamos para nada. Fue el lunes por la mañana el momento en que nos dimos cuenta de la magnitud que estaba tomando
—¿Hubo algún momento en que pensaron que el asunto se les estaba yendo de las manos?
—Contábamos ya con cierta experiencia porque teníamos ya otra plataforma montada para la preservación de los parajes naturales de Los Lances y de Palmones, y a raíz de aquello tenemos contacto con organizaciones ecologistas. Para la página tuvimos que nombrar a un administrador.
—¿Qué les ha aportado el contacto con otros grupos ecologistas?
—Con algunas ya veníamos trabajando por el asunto de Los Lances. Llevamos el asunto con Greenpeace, WWF, y de manera más local con Agaden, Verdemar-Ecologistas en Acción, Cigüeña Negra, Tomo la Tierra, Indignados Tarifa, Salvar el Palmar y otros. Ese mismo viernes tuvimos la primera reunión y nos constituimos como plataforma de la mano de todos ellos.
—Desde su punto de vista, ¿cuáles son las razones que justifican la paralización del Plan Parcial?
—Tiene que cambiar todo el Plan General de Ordenación Urbana, no sólo el Plan Parcial de Valdevaqueros. No está adecuado al POTA, ni a la LOUA, y además está desfasado en el tiempo. Es de 1991 y no le han hecho las correspondientes revisiones.
—¿Han llegado a tener acceso al expediente en sí?
—El viernes, tres días después de la aprobación en el Pleno, quisimos ver el expedientes y, en un primer momento, nos dijeron que no. Entonces, nosotros respondimos que nos estaban negando un derecho, y a los cinco minutos lo tuvimos. En ese momento, lo vimos todo claro.
—Además de lo del impacto ambiental, ¿qué más anomalías detectaron en dicho expediente?
—Por poner un ejemplo, existen una serie de zonas conocidas como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) -áreas que, sin estar todavía protegidas, cuentan con características ecológicas lo suficientemente importantes como para merecer la consideración de parque natural o, al menos, para recibir protección especial- afectadas por el plan, entre ellas una que se encuentra tan sólo a unos metros de un plurifamiliar previsto. Otro dato que también nos llamó la atención y da idea de lo obsoleto del proyecto es que contempla una serie de dotaciones docentes en las que aparece la denominación Educación General Básica (EGB). Esto no lo han adecuado, como otras muchas cosas. Han cogido el mismo proyecto y ¡hala!
—¿Por qué creen que el proyecto fue aprobado en el Pleno por la mayoría de la corporación, incluyendo fuerzas políticas opuestas al partido en el Gobierno como el PSOE?
—El PSOE ha votado que sí porque ya aprobó en su día el proyecto, allá por el año 90. Del PA tendrán sus intereses al respecto; ya sabemos cómo funcionan los ayuntamientos y más cuando lo dirige una persona que se llama Gil.
—¿Le pareció correcto el modo en que se tramitó el asunto?
—Se llevó el asunto a Pleno con carácter de urgencia. Un pleno, además, a las 20.00 horas. Yo creo que lo querían hacer de modo que no se enterase nadie de lo que iban a hacer, pero en este caso les ha salido el tiro por la culata. Se ha enterado todo Dios y ahora tienen que estar nerviosos.
—Viéndolo desde el otro punto de vista, ¿puede Tarifa perderse esta oportunidad de crear empleo y riqueza, como venden los promotores del proyecto, en una situación como la actual?
—Nosotros no estamos en contra del desarrollo, ni muchísimo menos. Al contrario, y más con los puestos de trabajo que nos hace falta. Pero hay muchísimos solares en el pueblo. El solar que hay enfrente de la gasolinera, por ejemplo, es enorme. Que lo hagan allí. Además, hay una bolsa de 400 viviendas en comercialización y no se venden. En definitiva, no hay un plan estratégico de Turismo en Tarifa. En este municipio, en agosto los hoteles se completan, pero en invierno las empresas mandan a la gente a su casa. Habría que explotar mejor otros aspectos, como la ornitología o la micología. Tarifa es muy especial, porque pilla entre dos parques. No es sólo importante a nivel humano, sino también en lo que se refiere a aves y cetáceos. Explota esos recursos.
—¿Han puesto ya el caso en manos de los juzgados?
—Lo hemos hecho a nivel europeo. Se ha abierto ya un expediente a nivel de la Comisión Europea a raíz de nuestra denuncia. En España, lo que se hace con la cuestión del urbanismo y el medio ambiente no es serio. En cuanto a las administraciones, a nivel de la consejería, de la delegación provincial de Medio Ambiente o el Ayuntamiento, todos muestran su posición favorable.
—¿Se han sentido en algún momento insultados o despreciados por la Administración?
—Han intentado desacreditarnos. Nos han llamado perroflautas y mentirosos; pero los mentirosos son ellos, y seremos perroflautas, pero algunos tenemos dos carreras y un master. Algunos de los miembros de la plataforma tienen miedo por las consecuencias.
—¿Sienten que pueden crear un precedente importante en este tipo de casos urbanísticos?
—Para nosotros, Valdevaqueros es sólo la punta del iceberg. Ahora hemos estado viendo el resto de historias aprobadas en los tres últimos meses, algunas de los años 90, o con ocho años de antigüedad, proyectos como el de El Olivar...todo lo tenemos colgado en la página. Vamos a coger el cuadro de Las Meninas de Velázquez y le vamos a hacer tres boquetes y cuatro grafitis. Van a terminar con Las Meninas y ahora empezarán con La Gioconda; y después con un Kandinsky. Sólo pedimos que hagan bien su trabajo y cumplan la normativa. Que respeten el patrimonio de todos.