Antonia González Osuna, de 46 años, fue encontrada muerta el pasado 9 de octubre en su domicilio. En un principio todo apuntaba a que se trataba de un suicidio, pero la autopsia ha llevado al Juzgado de Violencia de Género a ordenar la detención y el ingreso en prisión de su esposo, J. A. P., que fue detenido por la Policía Nacional tres semanas después de que se produjera el funeral.
Las primeras hipótesis que se contemplaron apuntaban a que la mujer, que era enfermera de profesión, se había inyectado fármacos para quitarse la vida, si bien finalmente las investigaciones de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y los resultados de la autopsia podrían haber dado un vuelco al caso, ya que Antonia González podría haber muerto por asfixia y no como consecuencia de haberse inyectado alguna sustancia farmacológica.
El pasado viernes día 2, el acusado prestó declaración en el Juzgado y según informa la agencia Europa Press, el varón, de unos 50 años de edad, fue imputado por la muerte de su mujer en la capital jienense el pasado 9 de octubre por lo que el Juzgado de Violencia de Género de Jaén decretó su ingreso en prisión.
La detención y el encarcelamiento de J. A. P. ha provocado numerosas reacciones de conocidos y amigos que no creen que el imputado por la muerte de su esposa fuese capaz de llevar a cabo tal crimen, ya que consideraban al matrimonio como ejemplar.
