“Si lo dejaran a nuestra consideración, cosa que dudo (las competencias son de las Consejerías), nosotros daríamos las máximas facilidades, a través de algún trabajo (...) para recuperar la asignatura e incorporarse de manera normal a ella”, ha declarado a Efe el secretario general de FERE-CECA y EyG, Manuel de Castro.
Se trataría de una serie de trabajos a lo largo del curso hasta que se vayan completando los temas fundamentales de la materia.
A la vista de la decisión del Tribunal Supremo de rechazar la objeción en cuatro casos, se supone que todos los recursos pendientes se resolverán de la misma manera, de tal forma que se produciría una incorporación general de los alumnos a las clases, ha opinado De Castro.
Ha insistido en que es una cuestión de los padres objetores y que, aunque no desistieran de agotar la vía judicial, es “probable” que opten por que los hijos vayan a clase porque “luego el trastorno es mayor”. “Aquellos que han estado sin ir a clase y que tienen que incorporarse tienen un problema no pequeño: a ver cómo recuperan la asignatura”, ha señalado.
Preguntado por el número de objetores en los colegios de esta organización, la mayoría de ellos concertados, ha indicado que la media por centro ha sido “bajísima”, con casos “puramente testimoniales” de alumnos a los que no les tocaba aún cursar la asignatura.
FERE-CECA y EyG se opuso siempre a esta nueva materia, introducida como obligatoria en la Ley Orgánica de Educación, y decidió enseñarla adaptada al ideario católico propio de estas escuelas, sin que el Gobierno se haya opuesto.