A las 06.13 horas de la madrugada del pasado lunes, la Farmacia Gerrero, en la Calle Compañía, número 11, en pleno casco antiguo de la capital gaditana, fue objeto de un robo a manos de un individuo que logró llevarse un botín que supera los 1.300 euros.
El ladrón aprovechó la intimidad que ofrecen las primeras horas de la mañana para primero romper el bombín de la cerradura de la puerta principal de entrada a la citada farmacia para acceder a la misma. Lo hizo de forma limpia y con apenas un par de golpes. Una vez en el interior del establecimiento, el ladrón cerró la puerta para que la alarma no pudiese escucharse fuera, aunque no pudo evitar ser grabado por las cámaras de seguridad que la Farmacia tiene instaladas en su interior.
Conocedor de esta última circunstancia, el delincuente no dudó en colocarse un pasamontañas para evitar ser identificado, así como unos guantes que le permitieron manipular a su antojo la cerradura y las cajas registradoras sin dejar ninguna huella. De todas formas, en su vestimenta destacaba una característica que seguramente facilitará la labor policial, característica que no se ha hecho pública para salvaguardar la investigación.
Una vez en el interior, con la puerta cerrada y sin apenas luz (el escaparate estaba cerrado con un toldo), el ladrón actúo con celeridad. Con mucha celeridad pues a las 06.17 horas ya estaba en la calle, y es que cinco minutos más tarde, a las 06.22 horas como aparece en las grabaciones de las cámaras de seguridad, llegaron varios agentes de la Policía Nacional, alertados por la alarma. Los agentes no pudieron detener al delincuente y esperaron la llegada de alguno de los empleados para conocer el alcance del robo.
Cabe destacar que el asaltador logró hacerse con el dinero que había en las cajas registradoras y entró también en el almacén donde se guardan los medicamentos. Lo hizo de forma limpia, sin causar ningún tipo de desorden. No se sabe aún (se está realizando aún un inventario) si se llevó medicamentos, aunque parece que no, que sólo le interesaba en dinero.
Igualmente destacable es que a esas horas de la madrugada no suele haber dinero en caja, pero resulta que la noche siguiente al robo a la Farmacia le tocaba guardia, con lo que su encargado dejó dinero para afrontar la jornada, algo que es habitual.
Como se ha mencionado, los agentes esperaron a que llegase algún empleado o encargado de la Farmacia. Y fue entonces cuando llegó Jesús Vélez (empleado de la Farmacia), concretamente a las 06.40 horas, quien se encontró con la policía, la cual le preguntó sobre qué echaba en falta. Luego llegó la Policía Judicial, pero su labor fue poco fructífera porque no logró hallar huellas.
Al parecer en la Plaza de las Flores se llevó a cabo un robo de similares características, con la única excepción de que allí actuaron dos personas, una de las cuales fue grababa por una cámara de seguridad al salir del establecimiento. La forma en la que violentaron el bombín de la cerradura es casi idéntica en ambos casos y uno de los dos ladrones llevaba una vestimenta similar. También al parecer (no está confirmado), días atrás se habían producido dos robos en farmacias de la Calle Parlamento y en San Juan de Dios.
