El alcalde de Antequera, Manuel Barón, ha demostrado que lo suyo no es sólo la política sino que la cocina no se le da nada mal. El regidor ha sido el invitado de un conocido show de cocina que ha realizado uno de sus programas en la plaza de toros de la localidad. Los platos, elegidos por el munícipe, porra y pío antequerano. «Como no podía ser de otra manera» asegura, al comienzo del programa Barón, quien reconoce que más de una vez se mete en la cocina de casa a hacer algún que otro platillo para sorprender a sus comensales preferidos, su familia y amigos principalmente.
Aunque dice que ahora con la política tiene menos tiempo para los fogones, el alcalde ha buscado un hueco para ponerse el mandil y de camino dejar muy claro cómo se hace la de Antequera. «No puede faltar tomate y pan, después ya un poco de agua, pimiento, ajo y una pizca de sal», explica Barón, quien detalla que el plato es ideal para estos meses de calor. En cuanto a trucos, asegura que no hay muchos. «Aprendí de mi madre y cuando me casé el gusanillo de la cocina me dio más», afirma al público, que ocupaba el albero, el alcalde, como si de un verdadero experto de Masterchef se tratara.
Pero Barón demuestra que es un cocinero solitario. La cocina, cuando está él, es suya, porque durante la grabación no hace ni caso a los requerimientos de la presentadora para participar de la elaboración del manjar local. «Esto es facilísimo pero con los ingredientes de la tierra, somos la despensa de Málaga, por eso, la porra sale bien si son verduras de la vega y aceite de Hojiblanca y pan de nuestras panaderías», aprovecha el alcalde para reivindicar.
Precisamente, el regidor había llevado al equipo del programa de compras horas antes a conocer las principales marcas agroalimentarias de Antequera y también aprovechó para enseñarles la ciudad. «Aquí se come muy bien pero también hay muchas cosas de las que disfrutar, tenemos una ciudad patrimonial increíble», dice en clave promocional mientras la batidora comienza a desmoronarse. «Esto se cae pero no pasa nada, además la porra se hace con mortero de ahí el nombre, es la forma tradicional y como está aún más buena», sale del paso el regidor.
Barón recuerda además que no es la primera vez que cocina en público. «He hecho paella en la cofradía de los Estudiantes para más de cien personas», afirma mientras emplata la porra, con jamón, atún y huevo duro. Ahora es el turno del pío antequerano, un plato con bacalao, naranja y cebolla. La faena culinaria de Barón termina en media hora con una juez a la que siempre le toca cocinar en casa, su mujer, María Victoria, que da fe de que el plato está a la altura de un alcalde que por un día se ha convertido en chef.