El juez que investiga el hallazgo de dos bebés en un congelador de Pilas (Sevilla) toma declaración mañana a los dos forenses que han certificado que ambos nacieron vivos y que uno de ellos al menos falleció por asfixia.
Fuentes del caso han informado a Efe de que los forenses declararán mediante videoconferencia entre Sevilla y el juzgado de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) para explicar su informe de autopsia, que afirma que ambos bebés nacieron vivos, aunque no se puede asegurar la fecha ni el tiempo que respiraron.
Uno de ellos murió por asfixia, aunque mediante un mecanismo desconocido, y respecto al segundo, que estaba más deteriorado, el informe establece que "no hay datos concluyentes" para determinar el modo de fallecimiento.
Los cuerpos fueron hallados el 9 y 27 de noviembre de 2012 en sendos congeladores de una vivienda de Pilas (Sevilla) y desde entonces cumple prisión incondicional por estos hechos la madre de los bebés, Sara L.H., de 34 años.
La madre declaró al juez que sólo recuerda el parto de uno de ellos, ocurrido el 25 de junio del 2011, que fue muy rápido, se produjo en la bañera a la segunda o tercera contracción y mientras sus otros dos hijos, de 11 y 14 años, habían salido a jugar a la calle.
Sara aseguró al juez que el bebé nació muerto porque "no respiraba, no lloraba ni se movía" y lo congeló porque "le parecía mal tirarlo a un contenedor" y "le costaba desprenderse de él y no quería olvidarlo", según las fuentes.
La madre no acudió nunca al ginecólogo, dio a luz sola y sin ayuda poco después de las 10 de la mañana, cuando notó un dolor de espalda y "a la segunda o tercera contracción nació el niño".
Las citadas fuentes han indicado a Efe que el informe de autopsia afirma que los cuerpos no tenían sustancias tóxicas.
A poco de ingresar en la cárcel, la madre dio a luz el 30 de noviembre de 2012 a su quinto hijo, una niña cuya tutela fue otorgada al padre, que fue quien descubrió los cadáveres, al igual que la de los otros dos hijos de la pareja.
