El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha anunciado este lunes que Rusia ha pedido a Siria que ponga su arsenal químico bajo control internacional para su posterior destrucción y está a la espera de una respuesta del régimen de Bashar al Assad.
Lavrov ha indicado que ha trasladado a su homólogo sirio, Walid al Muallem, una propuesta en este sentido aprovechando su presencia en Moscú --ambos se han reunido esta mañana-- y está a la espera de "una rápida y, esperemos, que positiva respuesta".
El ministro de Exteriores ruso ha justificado esta propuesta con el objetivo de evitar la intervención militar contra Siria anunciada por el presidente estadounidense, Barack Obama, a la que aún tiene que dar su visto bueno el Congreso norteamericano.
Su propuesta se produce después de que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, haya señalado hoy desde Londres que la única manera de que Estados Unidos pueda dar marcha atrás en su intención de atacar al régimen de Bashar al Assad sería que éste entregara en el plazo de una semana su arsenal de armas químicas, si bien ha manifestado sus dudas que esto ocurra.