La diosa Fortuna debe asemejarse muchísimo al rubio Ivan Rakitic. El croata obró el milagro cuando ya todos señalaban a Emery. Su gol en el 92 le da la vida.
Rotaciones del vasco para el duelo frente al Almería. Lo más destacable, el regreso al once titular tanto de Marko Marin, tras dos choques partiendo desde el banquillo, y la de Fazio, en detrimento de Cala. Por su parte, el técnico vasco volvió a confiar en Diogo para el lateral diestro.
Y empezó bien, muy bien el Sevilla. Empujados por una afición volcada, los pupilos de Emery iniciaron el derbi regional con una gran intensidad. Y Gameiro, en el 5, hizo el primero. El más listo de la clase se interpuso a un saque de banda de los almerienses, en un error garrafal de los de Francisco. La bola quedó muy corta y el francés la aprovechó para marcharse del meta Esteban y poner el primero en el luminoso.
Y sólo diez minutos después los nervionenses pudieron dejar casi encarrilado el choque. Saque de esquina que botó Rakitic e Iborra remató con el pie al palo izquierdo de la portería rival. Se cantó el gol. Los de Emery estaban muy frescos de ideas y de piernas. Y cuando más cerca parecía estar el segundo llegó el empate del Almería. Corría el minuto 22 cuando el joven Suso le puso un gran pase al exsevillista Rodri, que derrotó a Beto en el mano a mano con una gran exquisitez. El goleador almeriense pidió perdón a la parroquia sevillista tras un gran tanto.
Pero el Sevilla no se arrugó y continuó por el camino inicial. En el 25, a pase de Diogo, el chileno Rabello remató desde el punto de penalti pero desafortunadamente el balón nuevamente se topó con la madera de Esteban, en este caso con el larguero. Gran partido de áreas. Los de Nervión estaban mereciendo mejor suerte. Aunque en el albor del primer tiempo el Almería casi hace el segundo. Vidal se marchó de Fazio en velocidad, el argentino tan lento como acostumbra, pero esta vez Beto si salió victorioso en el mano a mano. El zaguero argentino continúa demostrando porqué no puede ser titular en este equipo. Sus adversarios siempre son balas.
Lástima la de Gameiro en el 42. Qué jugadón de Jairo, el mejor del duelo, que puso de gol al delantero, pero chutó demasiado alto. Por ocasiones, los nervionenses debían haber sumado alguno más antes de marcharse a vestuarios. La peor noticia, la lesión de Gameiro en esa jugada.
Sería Carlos Bacca el encargado de suplir al francés en la reanudación del encuentro. Y arrancó con dudas los segundos 45 minutos. El Almería llegaba con más claridad y ni Rakitic, tapado, ni Marin, excesivamente interminente, veían la luz en la oscuridad.
Perdonó el colegiado la expulsión de Verza en el 55, que debió ver claramente la segunda amarilla y que hubiera dejado con diez al Almería.
Comenzaba a desesperar el Sevilla. Sin apenas llegada al área almeriense y con la sensación de no saber como desmontar la muralla. Incluso, el Almería merecía más con el paso de los minutos, como en el 71, minuto en el que Beto tuvo que realizar un paradón a Rodri para salvar a los suyos. Muy preocupante este mediocre Sevilla.
Pero apareció el rubio. Rakitic, a pase de un desaparecido Marin, dio el triunfo con la testa en el 92. No lo mereció, pero Rakitic ha vuelto a demostrar que, sin ‘plan B’, él solito gana partidos.
Gameiro padece una sobrecarga muscular
No reviste gravedad, al menos en la primera exploración realizada al jugador. El punta francés, que estaba siendo el mejor del equipo, se echó la mano a los isquiotibiales en la última jugada del primer periodo. Emery prefirió dejarlo en la caseta para no asumir riesgos de una lesión mayor. Todo parece quedarse en una sobrecarga muscular.
El filial también remonta en el descuento (3-2)
En la séptima jornada llegó la primera victoria del Sevilla Atlético en esta Liga. El Córdoba B se puso por delante pronto, pero Rubio igualó antes del descanso. De nuevo Mendi adelantó a los califales a un cuarto de hora del final. Por suerte Moi igualó pronto y, ya en el descuento, Gonzalo cabeceó un buen centro tras una gran jugada.
