Las obras promovidas en Alcalá del Río (Sevilla) por la hermandad de la Soledad Coronada, al objeto de ampliar su sede administrativa de la calle Coronel García Vaquero, han propiciado el descubrimiento de retales de grandes dimensiones correspondientes a mosaicos romanos que, inicialmente, datarían de finales del siglo I después de Cristo o de comienzos del siglo II después de Cristo.
La actual localidad de Alcalá del Río, recordémoslo, encuentra su pasado romano en la antigua Ilipa Magna, una población que ya a finales del siglo I antes de Cristo recibió el estatuto privilegiado de 'municipium', lo que da buena idea de su importancia en la provincia romana de la Bética. Una buena prueba del legado de la antigua civilización romana en este municipio es el lienzo de muralla de casi 50 metros de longitud por tres metros de altura que aún conserva Alcalá del Río.
EL LEGADO DE ILIPA MAGNA
Pues bien, como ha avanzado 'El Correo de Andalucía' y ha confirmado a Europa Press Francisco José Domínguez, miembro de la junta directiva de la hermandad de la Soledad Coronada, las cautelas arqueológicas contempladas en la ampliación de la sede administrativa que la hermandad posee en la calle Coronel García Vaquero, en pleno centro de Alcalá del Río, han sumado nuevos activos al legado de la antigua Roma en este municipio.
Francisco José Domínguez ha explicado que estas instalaciones de la hermandad ya contaban con una "porción de un mosaico" romano gracias a unas obras promovidas allá por los años 80. En ese sentido, ha manifestado que el hallazgo de estos nuevos retales de mosaicos "se veía venir" en el proyecto impulsado por la hermandad para ampliar sus instalaciones de la calle Coronel García Vaquero, incorporando una "antigua vivienda" anexa a las mismas y adquirida expresamente por la hermandad.
EN MUY BUEN ESTADO DE CONSERVACIÓN
En efecto, y como ha explicado Francisco José Domínguez, las excavaciones arqueológicas de carácter preventivo dirigidas por el arqueólogo Eduardo Prado han supuesto el descubrimiento de grandes retales de mosaicos romanos con motivos geométricos y figurativos que incluso conservan su policromía. Estos retales de mosaico, que inicialmente datarían de finales del siglo I después de Cristo o de comienzos del siglo II después de Cristo, se encuentran "en muy buen estado de conservación", como de hecho prueban las fotografías difundidas por la hermandad.
De cualquier modo, este pasado martes finalizaron las excavaciones arqueológicas y este mismo miércoles los arqueólogos de la Delegación provincial de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte han inspeccionado los mosaicos. La idea, según Francisco José Domínguez, sería conservar los mosaicos en las mismas instalaciones para "ponerlos en valor", extremo que habrían aprobado inicialmente los representantes de la Administración autonómica.