El alcalde isleño, José Loaiza, ha señalado que existen muchas opciones de que el problema de que el suelo se levante cada dos por tres en el tramo de la calle Real va a ser del mortero empleado por la empresa que ejecutó la obra, y no de las losas en sí. “De eso no tienen culpa los políticos”, afirma el alcalde isleño, quien añade que “la Junta está analizando cómo va a solucionar este problema”.
Esta cuestión fue abordada el pasado lunes en una reunión de carácter privado en la que estuvieron presentes, por un lado, los alcaldes de La Isla y Chiclana, Loaiza y Ernesto Marín y, por el otro, el delegado provincial de Obras Públicas Manuel Cárdenas, al objeto de firmar una tregua basada en la voluntad política de todas las partes implicadas para que las obras del tren-tranvía lleguen por fin a su término. “Va a haber total colaboración entre administraciones, pero siempre teniendo en cuenta que cada uno defenderá sus intereses”, afirmó el primer edil isleño.
Próximos pasos
A partir de ahora se van a producir reuniones técnicas periódicas que se plasmarán en acuerdos. En el caso de San Fernando quedan pendientes varios flecos como son la culminación de la calle Real, las obras complementarias y la amortización de varias obras que son competencia del propio Ayuntamiento.
De todas formas, y pese que a todo apunta a que se ha sellado la paz, Loaiza ha dejado muy claro que la calle Real es “semipeatonal”, y que así es “como aparece en los documentos desde el principio”, incidiendo en que “no hay ningún acta firmada por el señor Nieto en la que se diga lo contrario”.
Por último, el alcalde de San Fernando ha indicado que existen estudios que recogen que la calle Real y, por tanto, la solería es capaz de aguantar mucho más tráfico de vehículos del que actualmente soporta la que antaño fuera arteria principal de la ciudad.