Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Marbella (Málaga) un grupo organizado formado por individuos con edades comprendidas entre los 31 y los 59 años, que estaba dedicado a la explotación sexual de mujeres y al tráfico de drogas en un chalé de lujo ubicado en dicha localidad.
La estructura delincuencial contaba con dos personas que se dedicaban a la captación de chicas para su explotación sexual, mientras que un tercer individuo se encargaba de controlar todas las actividades de prostitución que se llevaban a cabo en el inmueble, así como las salidas de las mujeres a hoteles de cualquier punto de la provincia a un precio aproximado de 150 euros la hora, según ha informado este domingo la Policía Nacional a través de un comunicado.
En el marco de esta operación policial, denominada 'Saga' y llevada a cabo hace unos días, los agentes han practicado un registro en el que se han intervenido unos 4.000 euros; nueve gramos de cocaína y cinco de hachís.
La mayoría de las mujeres eran extranjeras, desconocían el idioma español, se encontraban en situaciones de dificultades económicas o personales y sin estar dadas de alta en ningún tipo de actividad de los regímenes de la Seguridad Social.
Las víctimas debían estar disponibles para la práctica de servicios sexuales las 24 horas del día, saltándoles una alarma para que se vistieran y salieran rápido si acudía un potencial cliente.
Así, el funcionamiento se establecía por riguroso horario y turnos de trabajo. Además, según los agentes, este grupo organizado que se lucraba de la explotación sexual de las mujeres, llegó a obligar a una de las jóvenes a teñirse el pelo, ya que un cliente había exigido la compañía de una mujer rubia.
RECINTO VIGILADO
Dentro del inmueble en el que trabajaban había varias edificaciones que alojaban a chicas que ejercían la prostitución, entre otras, piscina, jacuzzi, espejos de techo, minibar etcétera.
El recinto estaba vigilado por un sistema de monitorización de cámaras con un acceso de doble puerta por el que cada cliente quedaba encerrado unos instantes entre las dos entradas para que uno de los encargados verificara su identidad.
Los agentes que han participado en este dispositivo pertenecen a la UCRIF de la Comisaría Provincial de Málaga y de la Comisaría de Marbella, a la especialidad de Guías Caninos, a la UPR de la comisaría marbellí y funcionarios de la Inspección Provincial de Trabajo.