Ferrer, fundador de la ONG que lleva su nombre, no ha recuperado la conciencia, aunque ha reaccionado a estímulos moviendo levemente los ojos, brazos y piernas, según ha explicado a Efe una portavoz de la fundación.
El ex misionero, que no ha llegado a entrar en coma, se encuentra ingresado en el hospital privado Aasha de Anantapur, donde está siendo atendido por su cardiólogo de confianza y un neurólogo. Junto a él se encuentran su esposa y sus tres hijos.