'A escondidas' mezcla entre sus ingredientes una historia de jóvenes, homosexualidad e inmigración, aunque se centra en contar "un amor tierno, inocente y vital en un momento en el que todo está por delante", según ha señalado Mikel Rueda, director del largometraje, que se ha presentado este sábado en la Sección Oficial a concurso de la edición número 17 del Festival de Málaga. Cine Español.
La cinta cuenta la historia de Ibrahim, un chico marroquí de 14 años que camina solo y al que acaban de anunciarle que en dos días va a ser expulsado del país y de Rafa, un joven español de la misma edad, cuyas vidas están a punto de cruzarse.
Rueda ha indicado que la idea de la película "es envolverlo todo para que el espectador volviera al momento en el que todo es nuevo". En este sentido, ha explicado que la cinta ha intentado huir del sexo y de la violencia.
"Preferimos contar una parte previa a esos aspectos", ha agregado, insistiendo, al respecto, en que los personajes, ni siquiera estando solos, donde nadie los va a juzgar, son capaces de atreverse a dar el paso porque "tienen mucho ruido mental y se bloquean".
El director ha afirmado en rueda de prensa que la cinta recoge ese momento "en el que te estás buscando a ti mismo, y que necesitas buscarte como persona", y ha dicho que "los personajes están un poco perdidos en sus mundos y es en ese momento en el que se encuentran, cuando empiezan a reconocerse y a gustarse".
Para el director, existe "la presión del entorno", por lo que hay que "llevar a cabo una gran labor educacional con los jóvenes, a quienes todavía les cuesta hablar de determinados temas como la homosexualidad o la inmigración".
PERSONAJES
Por otro lado, los actores de la película Germán Alcarazu y Adil Koukouh han señalado que se han sentido "muy cómodos" trabajando conjuntamente en "un historia que puede ser bastante real".
No obstante, Alcarazu ha explicado que al principio fue "algo incómodo" interpretar el personaje, pero, "superadas las barreras, ha sido muy fácil". Por su parte, Koukouh también ha reconocido que le ha costado, pero "soy un actor y tengo que hacer lo que se me diga".
Preguntados por qué aceptaron el papel, el director del largometraje ha indicado que no se dio el guión a los actores hasta tarde. "De primeras no podemos hacer un casting diciendo que la película va de esto porque entonces de 3.000 personas, se presentan 100", ha ironizado, al tiempo que ha añadido que "la película va de esto, de los conflictos y miedos que tienen ellos y es lógico que los tengan". "La presión de grupo vuelve a estar ahí", ha resaltado
Sobre los personajes, el actor Germán Alcarazu ha dicho que interpretar a Rafa ha sido "fácil" porque es un chico "bastante sensible y yo también", mientras que Adil Koukouh ha declarado que "los rechazos existen en España y a mí me ha ocurrido".
El director ha indicado también que lo que ha perseguido con la estructura no lineal de la cinta es involucrar al espectador porque "la idea es confundirlo y que estuviera perdido al igual que los personajes" para, al final, "encontrarse y sentirse a gusto".
La cinta, según ha explicado Rueda, "ha costado siete años sacarla para adelante" porque en España "cuesta mucho levantar un proyecto, es una locura". "Aunque haya sido una montaña emocional, tirar la toalla no ha estado en mente", ha concluido.