En su informe titulado Condenas a muerte y ejecuciones en 2008, que ofrece una perspectiva general de la pena de muerte, AI señala que la cifra de ejecuciones corresponde a 25 países y agrega que al menos 8.864 personas fueron condenadas a muerte en 52 Estados.
China llevó a cabo al menos 1.718 ejecuciones, el 72% de las practicadas en todo el mundo, pero AI afirma que la cifra puede ser más alta ya que los datos sobre las condenas de muerte y las ejecuciones son secreto de Estado.
Según la organización no gubernamental, con sede en Londres, sólo un Estado europeo, Bielorrusia, utiliza aún la pena de muerte.
“La pena de muerte no tiene cabida en el siglo XXI”, señaló la secretaria general de AI, Irene Khan.
AI hace referencia también a países en los que se impusieron condenas de muerte por juicios injustos, como Afganistán, Arabia Saudí, Irán, Irak, Nigeria, Sudán y Yemen.
El informe hace referencia a la manera discriminatoria en que se aplicó a menudo la pena de muerte durante 2008, pues se impusieron condenas a miembros de minorías y comunidades raciales, étnicas y religiosas en países como Arabia Saudí, Estados Unidos, Irán y Sudán.
Asimismo, el riesgo de ejecutar a inocentes persiste, como muestran los casos de cuatro condenados a muerte que fueron excarcelados en Estados Unidos por haberse demostrado su inocencia.