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sociedad

La Dieta del algodón ¿Es una dieta?

Algunas modelos de pasarela para poder mantenerse en su supuesto peso ideal y seguir formando parte de ese mundillo, están dispuestas a llegar a extremos que ponen en riesgo su propia vida, obviando el penoso y poco edificante ejemplo que ofrecen a sus admiradores

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  • Dieta. -

Algunas modelos de pasarela para poder mantenerse en su supuesto peso ideal y seguir formando parte de ese mundillo, están dispuestas a llegar a extremos que ponen en riesgo su propia vida, obviando el penoso y poco edificante ejemplo que ofrecen a sus admiradores.

En efecto según se ha conocido recientemente produciendo una generalizada impresión desoladora, algunos tratamientos a los que se someten algunas top model para conseguir ese cuerpo ideal que lucen, son tan insólitos y descabellados, que producen consternación a cualquiera, cuando conoce los extremos obsesivos a los que se puede llegar en el mundo de la belleza.

El último y más ‘original’ de esos tratamientos es el llamado dieta ‘de la bola de algodón’, que consiste nada menos que en la exótica y peregrina idea de ingerir algodones impregnados con jugo o con licuados de frutas o verduras para reducir peso, y de paso adquirir todas las papeletas en el sorteo de una muerte segura. Esta dieta se conoció a través de un programa de televisión, donde una modelo, hija de un conocido actor confesó que tenía compañeras que lo practicaban, remojando bolitas de algodón quirúrgico en jugos de fruta, y tragándoselos seguidamente.

La desgracia de este tratamiento es que ha sido distribuido por Internet y al parecer cada día encuentra nuevas partidarias desinformadas, que en lugar de seguir una dieta sana y saludable para que su organismo pueda mantener ese peso ideal prefieren arriesgar el bien más preciado que poseen, su salud. En aras de una supuesta dieta, que no lo es y si una forma segura de arriesgar aquella provocándose obstrucciones intestinales y/u otros perjuicios más graves.

Estas prácticas son tan peligrosas que en determinados círculos, especialmente sanitarios se ha dado la voz de alarma, para estar prevenidos ante una previsible avalancha de lesiones especialmente entre los adolescentes.

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