Cádiz ni ha estado ni está bajo la alerta de tsunami, ni tiene nada que temer, al menos por el momento, por fenómenos sísmicos que puedan tener como consecuencia una catástrofe marina como el tan renombrado maremoto de Cádiz de 1755 que fue originado por un terremoto cuyo epicentro se situaba en Lisboa.
Bien es cierto que hubo, si no un tsunami de reacciones, sí cierta marejada de curiosidad y expectación en las redes sociales ante esa antesala de la noticia llamada rumor que nació de medios digitales y cadenas locales el pasado fin de semana sobre un fenómeno sísmico en las Azores y su posible consecuencia sobre la costa gaditana.
Lo cierto es que el pasado sábado se registraba un terremoto de 5,2 grados en la escala de Richter en el océano Atlántico Central, en una zona cercana al archipiélago de las Azores y a tan sólo 2 kilómetros de profundidad bajo el nivel del mar.
Así lo certifica y corrobora Pedro Expósito, sismólogo de guardia de la Red Sísmica Nacional, dependiente del Instituto Geográfico Nacional y éste , a su vez, del Ministerio de Fomento, el cual explica a este medio que “sí es cierto que hubo un movimiento sísmico en Azores, pero no hubo tsunami ni siquiera alerta de tsunami, entre otras cosas porque no hay sistema de detección de los mismos. Es más, ni los mareógrafos ni Puertos del Estado han observado aumento del nivel del mar, ni una ola mucho más grande que las otras ni nada”.
Así, desde la Red Sísmica Nacional todo queda desmentido y según señala Expósito, “el Instituto Geográfico Nacional se encuentra desarrollando un sistema de detección, pero por el momento, sólo se compromete a indicar la localización y magnitud de los terremotos”. Remacha el sismólogo que “no todos los terremotos provocan tsunamis, ni mucho menos”.
Fue un medio digital gaditano quien relataba, basándose para propagar su información en lo difundido con anterioridad por un periodista de una cadena televisiva local a través de su cuenta de Twitter, que el pasado sábado “las boyas de las Islas Azores registraban un movimiento algo anormal en las mareas, lo que hizo que desde los diferentes centros sismológicos se evaluara que pudiera existir un posible riesgo de tsunami que pudiera afectar a la costa Atlántica y, por tanto, al litoral gaditano, por lo que se inició el correspondiente protocolo de vigilancia, descartándose posteriormente elevar una alerta de tsunami y ni siquiera de microtsunami”, algo que ha negado a este medio la autoridad competente en sismología, pues señalaba que “no se evaluó ni contempló en ningún momento tal extremo” y ha negado tal protocolo, ya que hay mareas de Santiago con mayor oleaje que el habido en Cádiz tras ese terremoto cuyo epicentro estuvo en las Azores.
A pesar de lo anterior, hay quien sostiene que cinco horas después de registrarse el terremoto en la azores se produjo un golpe de mar con un promedio de 4,70 metros extraordinarios en largo de tierra mojada sobre la marea ordinaria en las playas de Cádiz y llegaba a la conclusión de que “durante las próximas horas existirá una especial vigilancia en los puertos del Estado en Galicia, Cantabria y Cádiz por la posibilidad que pudiera existir ante una leve subida del nivel del mar”, algo que no es que se descartara, es que no llegó a plantearse nunca.
