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Huelva

“No se vive dignamente de esto porque es un deporte minoritario”

Carolina Marín, campeona del mundo de bádminton, analiza en Viva Huelva sus nuevos objetivos tras la gesta mundialista y reclama más apoyos para un deporte que, gracias a ella, ha entrado en el libro de las grandes gestas españolas

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  • Carolina con su medalla de oro -

¿Cómo va la resaca?
–Pues bastante saturada. Sí que también contenta por tantos medios de comunicación que me han estado atendiendo y la verdad que para mí es una alegría.

¿Qué cansa más ganarle a la china número uno del mundo en tres sets después de remontarle el primero o todo el jaleo que te ha venido después?
–Yo creo que ambas cosas. Todo el jaleo creo que bien merecido está, pero estoy sobre todo cansada, no sólo cansancio físico sino también mental.

¿Qué se te presenta ahora en el calendario del bádminton?
–Cuando retome los entrenamientos en Madrid tengo que sentarme con mi entrenador Fernando para marcarnos nuevos objetivos.

A lo largo de estos días, has insistido mucho en la importancia de todo el equipo que tienes detrás y has puesto el acento en una figura que muchas veces entra en el debate deportivo, que es la del psicólogo deportivo. ¿Cómo venderías la importancia de esa figura en el deporte?
–Bueno, yo te puedo decir que para mí, mi psicólogo Pablo del Río es algo fundamental. Creo que es como mi mano derecha. Sin él, el desarrollo de mi cabeza y la potencia mental que estoy desarrollando no la podría tener ahora mismo.

En momentos claves del partido, la concentración es máxima, pero ¿te vienen chips de conversaciones con Pablo del Río?
–Bueno, me viene el trabajo que hago con él, pensamientos positivos y de ánimo. Todo lo que se entrena se hace luego en los partidos, y sobre todo, como tú bien has dicho, yo estoy muy concentrada, es como si estuviera en un túnel en el que solamente tengo que pensar en mi plan de juego y en lo que tengo que hacer en la pista.

¿El bádminton puede ser uno de los deportes más exigentes físicamente?
–Te cuento una anécdota. En la Villa Olímpica de Pekín, mi entrenador estaba hablando con Rafa Nadal, y Rafa Nadal le dijo que no jugaba a bádminton porque es un deporte muy cansado. Que diga eso Rafa Nadal, pues imagínate. El bádminton requiere bastante exigencia en todos los aspectos. Tiene muchos movimientos explosivos, reflejos, la resistencia en un partido…

Se dice que el éxito está en disfrutar del proceso, ¿se consigue en una cosa tan exigente como el deporte de élite?
–La verdad que creo que sí se puede conseguir, pero en poco tiempo porque nuevamente hay que retomar los entrenamientos, hay que marcarse nuevos objetivos y al fin y al cabo esto en un día será un campeonato más.

¿Cómo es el día a día de Carolina?
–Entreno unas siete horas al día, entonces mi día a día a día es pasarlo en un pabellón, alimentarme bien y descansar.

¿Qué haces para desconectar?
–Cuando tengo oportunidad me escapo a Huelva para estar con mi familia. Y en Madrid, estar con los amigos, ir a cenar fuera, de compras, ir al cine, pasear…

¿Te costó mucho trabajo tomar la decisión entre elegir el sacrificio que supone el deporte profesional o vivir como una joven cualquiera?
–Bueno, yo a los 12 años bailaba flamenco y ahí tuve que decidir entre seguir con el bádminton o con el flamenco. No me imaginaba que me iba a dedicar al bádminton tan profesionalmente. A los 14 años me fui al centro nacional y ya sí que claramente quise tomar el bádminton de alto nivel.

¿Alguna vez te has sentido harta de tanta disciplina?
–Bueno, también cansa un poco, pero al final la disciplina es algo que tú tomas y es como parte de tu vida.

¿A día de hoy se puede decir que una campeona del mundo de bádminton vive dignamente a nivel económico?
–No. No porque es un deporte bastante minoritario que no tiene mucho apoyo económico, y te puedo decir que no.

¿Confías en que tu título será un espaldarazo para este deporte?
–Bueno, esperemos también que, gracias a Teledeporte y la repercusión que ha dado durante seis días dando partidos en directo, patrocinadores y empresas  hayan podido conocer este nuevo éxito y que se animen.

¿Crees que hay más jugadores a nivel nacional que puedan seguir subiéndose al podio?
–De momento tenemos a dos chicas, Clara e Isa, chicas jóvenes que necesitan muchísimo trabajo, pero espero que en un futuro tengamos más medallas como la que tengo yo.

Este año has jugado en la Liga de Dinamarca, ¿cambia mucho respecto a España?
–Muchísimo. Allí el bádminton es un deporte muy conocido, y siempre hay público en las gradas animando a sus equipos.

Estos días se te ha comparado en cuanto a pionera a deportistas como Severiano Ballesteros, Ángel Nieto o Francisco Fernández Ochoa, ¿te crea presión o te motiva?
–Presión, no. Más que nada me ilusiona que me nombren con gente como ellos, porque ha sido gente muy grande en nuestro deporte.

Río 2016 queda aún un poco lejos, pero supongo que es el objetivo central
–Todavía me quedan dos años, pero sí que me marcaré como objetivo una medalla. Pero lo primero es centrarnos en la temporada que tenemos ahora y dentro de un año tengo otro mundial.

¿Hay hueco todavía para pegar taconazos de flamenco?
–Poquito, pero sí que es verdad que cuando hacemos las reuniones familiares y en las romerías de Huelva. Si tengo tiempo, me bajo porque me encantan las reuniones familiares y porque tengo una familia que es también bastante flamenca.

¿Qué tienes en mente para cuando tengas que colgar la raqueta?
–Espero que me queden muchos años, pero me gustaría estar haciendo fisioterapia.

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