Las peripecias en el sur de España de artistas, políticos y excéntricos, que se dejaron llevar por el influjo de Andalucía hasta el punto de protagonizar en esta región capítulos cruciales de sus vidas, han sido recogidas por el periodista Francisco Reyero en "Cuerpos Celestes" (Ézaro).
Con el subtítulo de "Estrellas, gobernantes y bohemios de viaje por Andalucía", Reyero ha repasado episodios de la vida de una treintena de personalidades que visitaron la región, principalmente la Costa del Sol, como Frank Sinatra, el Sha de Persia, Grace Kelly, Batista, Fidel Castro, Jean Cocteau, Bill Clinton, De Gaulle, Peter O'Toole, Ava Gardner, Jacqueline Kennedy, Sergio Leone, Clint Eastwood, Paul Bowles, Marlon Brando o Antoine de Saint-Exupéry.
"Cuerpos Celestes" es una colección de retratos de cada uno de ellos, en los que, según ha dicho a Efe su autor, "indaga en las interioridades y motivos que llevaron hasta alguna de las provincias andaluzas a ilustres tan dispares".
"Muchos llegaron por trabajo; aunque para aceptar llegar hasta aquí, también pesaron otras decisiones... Clint Eastwood, por ejemplo, firmó rodar en Almería 'Por un puñado de dólares' en 1964, cuando era un actor de media tabla que participaba en una serie americana de vaqueros".
De la llegada de Eastwood a la provincia almeriense, "su biógrafo cuenta que fue consecuencia de una huida; había dejado embarazada a una chica en Estados Unidos. Lo cierto es que esa estancia, que está plagada de carestías y enfrentamientos, incluso con el director, Sergio Leone, ha resultado esencial en la construcción de su propio mito y de su carrera como director".
A diferencia de Eastwood o Peter O'Toole -quien se instaló en Sevilla para rodar 'Lawrence de Arabia'-, señala Reyero que, desde finales de 1961 hasta principios de 1962, otras estrellas, ya consolidadas en los cincuenta y sesenta viajaron "por esparcimiento".
"Ava Gardner, que se escapó repetidamente a Andalucía, contaba que su belleza la estaba destruyendo, pero mientras tanto siempre encontraba tiempo para hacer el amor y la guerra. En la finca El Rocío, de los hermanos Peralta, estaba probando suerte en el rejoneo, cuando se cayó. 'Paris Match' publicó las fotos de Arjona que documentan la caída del caballo. Y ella tuvo que ser intervenida en Londres para evitar secuelas en su rostro".
Muchos gobernantes internacionales, expulsados o simplemente retirados del poder, ocupan las páginas de "Cuerpos celestes".
Charles de Gaulle, "un militar con ambiciones intelectuales", se hospedó en distintos paradores de Ojén (Málaga), Arcos de la Frontera (Cádiz) y Jaén, aunque también encontró hueco para visitar Sevilla, entre otras localidades.
Thatcher, Bill Clinton y Lula tienen estancias mucho más breves: "La dirigente inglesa sólo empleó un rato en conocer las bodegas de Jerez; Clinton, al margen de la visita a Granada, estuvo una horas en Sevilla para dar una conferencia y a Lula le vino bien ir a Cádiz para recoger el Premio de la Libertad porque luego ajustaba su agenda para llegar al palco del Bernabeu y ver un Madrid-Barcelona".
Uno de los casos más singulares lo protagoniza el dictador Fulgencio Batista, quien, recuerda Reyero, "tras abandonar Cuba con la llegada de la revolución castrista veraneó en un hotel Guadalmina de San Pedro de Alcántara (Málaga)".
Su antagonista, Castro, narra Reyero, apareció por Sevilla para asistir a los fastos de la Expo 92 "repartiendo puros, propinas y piropos a las camareras del hotel Alfonso XIII".
Reyero también recoge altercados, el más sonado el de Frank Sinatra, "actor de éxito y acostumbrado a mandar, fue detenido después de protagonizar un incidente violento en el que estuvieron implicados un periodista de 'Pueblo' y la actriz Ondina Canibano, que Sinatra aprovechó para criticar al régimen y jurar no volver al país, algo que no cumplió".
Muchos capítulos se localizan en la Costa del Sol, que en los años cincuenta y sesenta se convierte en un imán gracias al boca a boca de las estrellas del celuloide y la aristocracia, como es el caso de Marlon Brando, Jean Cocteau o, más recientemente, Diana de Gales, cuyas fotografías, al igual que la del resto de personalidades completan un amplio álbum de imágenes.
La última de las semblanzas está dedicada, en opinión del periodista, al más poético de todos esos personajes, Antonie de Saint-Exupéry, que "durante sus vuelos como piloto de transporte cruzaba España con el correo postal de la línea Toulouse-Casablanca, mientras recreaba poéticamente en sus mapas los accidentes de la geografía andaluza con la misma sutileza que escribía 'El Principito'".