El juicio que estaba previsto este martes contra dos guardas acusados de agredir a un agricultor cuando iba a recoger setas en la finca del duque de Wellington, en Íllora (Granada), ha sido aplazado hasta el próximo día 16 de este mes, a las 10,00 horas, por la falta de un testigo.
Tanto la acusación particular como la defensa han intentando alcanzar un acuerdo con la Fiscalía que evitara la celebración de la vista, programada en el Juzgado de lo Penal 3 de Granada, si bien el consenso no ha sido posible, por lo que han continuado adelante.
La ausencia de un testigo clave para la acusación particular, puesto que al parecer presenció parte de la agresión, ha motivado que el letrado solicitara la suspensión, que ha sido acordada por el juez, fijando nueva fecha para la semana próxima.
La Fiscalía de Granada sólo acusa a uno de los guardas, para el que pide nueve meses de prisión y el pago de una indemnización de 3.860 euros para el agredido, pero también atribuye una falta de lesiones al agricultor, que se enfrenta por ello al pago de una multa de 450 euros y el pago de una indemnización a uno de los guardas en 200 euros. Por su parte, la acusación particular, que ejerce el agricultor, pide hasta dos años de cárcel para cada uno de los guardas.
Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a las 17,00 horas del 18 de noviembre de 2012, cuando uno de los guardas del coto vio llegar a la finca privada al agricultor, Juan M.V.A., que no era la primera vez que entraba, y los dos empezaron a discutir "dando fuertes voces".
Durante el transcurso de la discusión, ambos, "con la intención de atentar contra la integridad física de la otra persona", empezaron a propinarse empujones, puñetazos y golpes, y se cayeron al suelo, donde continuó la pelea, hasta que el otro vigilante "los separó", según el fiscal.
Como consecuencia de la trifulca, el guarda, José R.G., sufrió policontusiones múltiples, mientras que el agricultor tuvo fractura de la nariz, de una costilla, de la falange de una mano.
Este caso iba a juzgarse como un juicio de faltas, si bien el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Loja acordó la suspensión por si los hechos podrían constituir un delito de lesiones, lo que finalmente se decidió, señalándose la nueva vista por ello para octubre.